Aunque al principio la acogida de estas chicas no fue precisamente buena (se decía que era algo “escandaloso” por ser chicas y por la tecnología que llevaban), ahora solucionan problemas de todo tipo. En palabras de una de estas chicas:
“Pueden preguntarme sobre la plaga que afecta a tu cultivo, cómo buscar ayuda si tu marido te maltrata o las enfermedades comunes de la piel”.
Incluso, dicen que las mujeres se atreven a compartir con ellas sus problemas ginecológicos, algo que no comentan ni a sus propios maridos.
Y, ¿cómo aprovechan los dispositivos que llevan? El netbook, por ejemplo, lo usan principalmente para buscar información (por ejemplo, sobre cómo hacer que los cultivos tengan mejor rendimiento) en el idioma local. Por otro lado, el medidor de presión arterial y las pruebas de embarazo son realmente útiles como primera asistencia médica en un país donde hay tres mil ochocientos habitantes por cada médico (en comparación, en España, Argentina y Uruguay hay 300 habitantes por cada médico, mientras que en Chile, Perú, Paraguay y Brasil hay 900 habitantes por cada médico). En definitiva, todo esto no es más que un pequeño paso para Bangladesh, pero un gran salto para que la humanidad ayude a sus semejantes. [Guardian via BoingBoing] — Fco. José Cañizares.
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