Nosotros tenemos aviones, pero las serpientes no los necesitan.
Y como otros comportamientos animales, por mucho que nos empeñemos me temo que no podremos imitarlas. A base de aplanar las costillas para que su cuerpo presente un perfil similar al del ala de un avión, moviendo el cuerpo en forma de “S” para canalizar el flujo del aire y variando el ángulo de inclinación de la cabeza para penetrar el aire y surcarlo ganando distancia en la caída con respecto al punto inicial del salto.
El biomecánico Jake Socha ha grabado en vídeo varios de estos vuelos hasta desarrollar un modelo informático que explica cómo mediante esta técnica algunas serpientes son capaces de salvar distancias de hasta 15 metros, pues el método que usan no conoce parangón ni en el resto del mundo animal ni en el de la mecánica, y quizás estudiando esto podrían desarrollarse artefactos voladores más eficientes. ─Antonio Rentero [The Scientist]
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