El habitual bloque rectangular de papel del que vas desprendiendo hojas en las que tomar anotaciones o apuntes necesitaba esta pasada por el diseño más utilitarista. Una serie de estratégicas perforaciones modifica la configuración de lo que hasta ahora podría no pasar de ser un aburrido objeto de oficina hasta convertirlo en un elemento decorativo.
El único problema tal es es que no resulta un accesorio de oficina barato, y es que al parecer taladrar 380 hojas de papel no resulta tarea sencilla y es necesaria maquinaria muy específica y especialmente muy potente, sobre todo si se quiere que el resultado sea de tanta calidad como el que nos ocupa.
Lo cierto es que existen un par de modelos con precios que oscilan entre los 50 y 70€ y que serían la prueba evidente de que no basta con que en casa cojamos al taladro y tratemos de hacernos uno en plan casero. -[Sharesale]
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