Sí, estas letras de aspecto descuidado existen físicamente y sólo miden 100 nanómetros de alto. Se basan en una técnica que permite que las cadenas de ADN se doblen formando una estructura organizada rectangular de 64 x 103 nanómetros.
A través de la misma y eliminando cadenas se pueden crear estructuras complejas, tanto que se puede diseñar una fuente tipográfica que incluye números, letras, símbolos, emoticonos y hasta caracteres chinos.
Puede parecer que esto no tiene mucha más utilidad más allá de salir como curiosidad en blogs como Gizmodo, pero lo cierto es que demuestra que usando ADN pueden construirse nanoestructuras complejas sin necesidad de “andamios” y con una productividad aceptable, ya que el 12-17% de las cadenas de ADN llegan a formar parte de las estructuras.
La técnica emplea robots para ir colocando las cadenas y se conoce como “origami de ADN”. Aunque por ahora no tiene una aplicación directa, esperan que algún día pueda usarse en biología y medicina, incluyendo la opción de incluir publicidad en tu torrente sanguíneo. [DiscoverMag]
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