Ingredientes: Una patata. Un poco de zinc. Un poco de cobre. Electrodos del mismo material. La bombillita LED de turno. un científico de Jerusalén.
Se coge la patata, se corta en gruesas rodajas. Se la hierve (sí, voy en serio…). Se coloca entre los electrodos. Y el resto que lo haga el científico, que para eso está.
Lo curioso es que el hecho de hervir la patata aumentó en 10 su energía, en compraración con patatas sin hervir. Las baterías “patatiles” duraron días e incluso semanas. Esta forma de energía, además de ser totalmente verde, es 50 veces más barata de producir que una pila Energizer E9, por ejemplo. También es 6 veces más económica que las lámparas de queroseno que se utilizan habitualmente en los países pobres. Teniendo en cuenta que la patata se cultiva en más de 130 países repartidos por todo el globo, pertenecientes a una gran gama de climas, podría ser una solución para que los países en vía de desarrollo obtuvieran un acceso a la luz o incluso a las comunicaciones.
Ya me veo los recursos en los futuros juegos de estrategia: metal, mineral, gas… y patatas. —Javier G. Pereda [Hot Hardware]
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