Llegan los espejos interactivos

Se trata de un sistema que, gracias a la tecnología RFID, permite al cliente y al minorista conocer todas las características de las prendas existentes en la tienda únicamente poniéndolas delante del espejo. La solución llamada Magicmirror (espejo mágico) está formada por un hardware RFID proporcionado por Paxar unido a un espejo y software suministrados por Thebigspace. El lector RFID está conectado a un espejo que tiene instalada una pantalla digital para proporcionar información a los consumidores. Cuando los clientes se llevan un artículo al probador, el lector RFID lee el número de identificación que lleva el tag de Gen 2 UHF pasivo que tiene cada una de las prendas y envía este número a la base de datos de la tienda. Entonces cuando el cliente pone dicho artículo ante el Magicmirror, éste manifiesta una descripción en profundidad del producto, incluyendo todas sus características como la talla y el color.

Una de las aplicaciones de este sistema, es que permite a los clientes llamar al vendedor sólo con tocar el espejo. Éste envía una señal vía Wi-Fi al dispositivo PDA de los vendedores indicando la situación del probador que necesita asistencia, lo que evita al cliente la complicación de cambiarse y abandonar el probador para buscar al dependiente. Con esta técnica, si el cliente por ejemplo ha elegido una talla incorrecta, puede seguir interactuando con el espejo y seleccionar la talla adecuada. Además el espejo también aconseja sobre los posibles accesorios con los que el cliente puede combinar la prenda que se está probando.

Por otro lado, Magicmirror ofrece a los minoristas la posibilidad de poder llegar a los clientes a nivel emocional e influir de forma positiva sobre sus preferencias justo en el momento de la decisión de compra. Tanto los minoristas como las propias marcas proponen un cambio de rumbo en los valores del producto otorgándoles un valor añadido: diseños de edición limitada, comercio ético y materia prima especiales son tan importantes como el producto en sí. Los valores “intangibles” de un producto justifican cada vez más su precio. El comercio minorista tiene cada vez menos oportunidades de comunicar la historia que hay detrás del producto y de aumentar el servicio a una audiencia que ya está acostumbrada a innovaciones y a medios personalizados para descubrir artículos. El satisfacer estas necesidades y el proveer con experiencias emocionales que trasciendan el argumento racional es la iniciativa primordial de Magicmirror.