Los 15 peores conceptos de diseño para un iPhone
La foto que encabeza este artículo corresponde a lo que podría haber llegado a ser el iPhone de haber surgido un poco antes, de haberse pospuesto la idea de aprovechar la pantalla táctil para revolucionar el mundo del móvil, pero la cosa podría haber sido mucho peor.
Nada fácil iba a ser teclear un mensaje de texto en este móvil si en Apple hubieran decidido darle luz verde a semejante invento.
Mezclando lo peor de los teléfonos de baquelita con marcador rotatorio y lo mejor del revolucionario iPod deberíamos agradecer que semejante engendro no pasara de la fase de “diseño hecho por ordenador debido a la mente calenturienta de un aficionado”.
Puestos a revolucionar el concepto habitual de teléfono móvil, Nokia comenzó a perder pie con diseños como el que inspira este otro concepto, modificando las líneas externas habitualmente rectangulares y con teclados de formas imaginativas aunque no necesariamente prácticas. Abundando en eso, era el momento idóneo de compatibilizar la rueda circular del primitivo iPod con los teclados rotatorios de los teléfonos fijos.
Tremandamente futurista, práctico y casi salido de alguna peli estilo “Yo, robot” o “Minorty report” sería este conjunto de reloj y auricular inalámbrico.
Aquellos tiempos en los que los iBooks eran portátiles capaces y originales por sus llamativas combinaciones de plástico blanco con brillantes colorines pudieron haber tenido su eco en los dispositivos móviles de Apple.
Quizá de haber surgido una década antes el iPhone se habría parecido a este, con su soporte para videoconferencia y antena extensible.
Desde luego no se puede negar que en este otro se ha respetado el concepto de limpieza y las líneas maestras del habitual diseño de muchos dispositivos Apple, casi parece inspirado en alguno de sus ratones.
Uno de los modelos más singulares de los ordenadores Apple por lo que supuso de ruptura estética fue sin duda el iMac G4, el modelo “lamparita” que sustituyó las torres de sobremesa por una semiesfera blanca y por primera vez popularizó las pantallas planas LCD. No como móvil pero sí como teléfono de sobremesa podría haber llegado a las oficinas y hogares esta propuesta.
Otros se inspiraron también en determinados rasgos estilísticos característicos de cierta época de Apple, como cuando les dió por los plásticos transparentes. Si a eso le sumamos una PDA estilo Palm (esos años 90 ahí tó lokos) casi podríamos haber tenido un Newton 2.0.
El formato de concha, almeja, castañuelas o como lo queráis llamar también podía haber terminado iphonizado con un resultado muy similar a algunos blisters de pastillas anticonceptivas.
Algunos suponen una mirada hacia un futuro que podríamos tener ya en nuestras manos a base de estilizar el formato de la pantalla táctil para variar el tradicional rectángulo. Esto podría suponer una cascada de demandas por infracción de patentes pero al menos con los óvalos hay más variedad.
Para los nostálgicos del Discman, aquel prodigio tecnológico que nos permitía llevar un dispositivo láser en el bolsillo, eso sí es el futuro, hubo quien imaginó un iPhone desplegable en forma de media luna que podía convertirse en entera para acceder a teclado y pantalla.
Y aunque muchos lo utilizan ya para suplir, complementar o aumentar las funciones del equipo de música del automóvil tampoco habría sido mala idea del todo si en Apple se hubiesen decantado por acceder al mundo del motor antes de ocuparse de los peatones con este iCarStereo que probablemente hubiese producido un grave aumento de la delincuencia de amigos de loros ajenos.
Pero con todo lo que seguro que a muchos sí les hubiera gustado que se hubiera convertido en realidad es este prototipo que emplea el mini mando a distancia de Apple y un sistema de holoproyección.
Pesadillas, sueños turbulentos o alternativas propias de un universo alternativo a lo “Fringe”. ¿Habríais comprado alguno? ─[Productdose]