Sony anunció a principios de semana un drástico plan para reducir costes y ahorrar 1.100 millones de dólares, abandonado algunos negocios, limitando sus inversiones y recortando 16.000 puestos de trabajo (sumando los trabajadores de plantillas y los contratos que no renovará).
Los analistas creen que Sony necesitará llevar a cabo una reestructuración más profunda para poder alcanzar la cifra de 1.100 millones de dólares que espera lograr en 2010. “Sony necesitará más medidas de reestructuración y el anuncio fue el requisito mínimo”, ha dicho Yasuo Nakane, analista de Deutsche Securities, en declaraciones que recoge Reuters. “El plan todavía es confuso en los detalles”.
La compañía quiere reunir más de 50.000 millones de yenes (418 millones de euros) en bonos, después de que sus acciones cayesen por debajo del precio de conversión. Los inversores temen que Sony no pueda recuperarse adecuadamente en medio de la crisis económica y ante el fortalecimiento del yen, que los últimos meses ha alcanzado máximos perjudicando la competitividad de la empresa en el extranjero.
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