Los fracasos tecnológicos de 2015
Desde las etiquetas “inteligentes” de Flickr hasta la filtración de la web de adúlteros Ashley Madison, estos son algunos de los grandes flops del año.
Doce meses más que están a punto de quedar atrás, un nuevo año que se cierra y otro que aparece en el horizonte. Nuevo, lleno de posibilidades, totalmente a estrenar. Serán muchas las compañías que ahora mismo estén deseando que llegue 2016, el año en el que lanzarán su nuevo producto revolucionario, en el que esperan que su trayecto se enderece o, si ya les iba bien, continúe su curso.
Las cosas, claro, no son siempre tan fáciles y no todas acabarán 2016 sintiendo que todo ha salido bien. Muchas de ellas se verán en estas listas que intentan evitar, las de grandes fracasos tecnológicos del año. A veces son productos nuevos que nadie sabe entender, o que fallan al salir de la caja, o que simplemente no venden. Otras veces problemas puntuales que aparecen. Otras, el simple discurrir de un año cuesta abajo. Estos son los mayores fracasos tecnológicos de 2015:
- Twitter. ¿Qué decir de la red de microblogging que no se haya dicho ya? Un vistazo a su evolución en bolsa este año lo deja claro: empezaron con sus acciones cerca de los 40 dólares y llegaron a superar los 50 en mayo, pero desde entonces la caída ha sido constante. Ahora mismo, sus acciones están por los 22 dólares y no parece que haya mucha esperanza. El estancamiento de su base de usuarios, el cambio de CEO (de Dick Costolo a un Jack Dorsey muy ocupado con Square) y la sensación de que no hay mucho espacio para crecer parecen estar detrás de la caída.
- Las etiquetas “inteligentes” de Flickr. A principios de mayo Flickr anunció orgullosa la llegada de sus etiquetas inteligentes y automáticas: la tecnología reconocía algunas de las cosas que había en las fotos y añadía etiquetas. ¿El problema? Ciertos errores bastante graves: fotos de personas de color a las que les aparecía la etiqueta “animal” o “simio” o imágenes de un campo de concentración nazi con la etiqueta “gimnasio” o “deporte”. Ups.
- La filtración de Ashley Madison. Las filtraciones son en general malas noticias, pero si lo que sale a la luz son los datos de los usuarios de una web de infidelidades la cosa se vuelve todavía más delicada. Nombres, direcciones y datos de tarjetas de crédito se hicieron públicos, aunque a los usuarios, en este caso, posiblemente el tema financiero fuese el que menos les preocupase.
- Yahoo ya no tiene a Alibaba. Este tampoco ha sido un buen año para Yahoo, que finalmente decidió que el spin off será de Yahoo y que Alibaba continuará por otro lado. El resultado, no obstante, es el mismo: ambas compañías separan sus caminos, algo que no gustó a los inversores (si a Yahoo le iba bien era por ir unido a Alibaba). Las acciones de la firma cayeron un 34% este año. ¿Sobrevivirá Marissa Mayer a 2016?
- Los altavoces incendiarios de Beats. Todos los años hay por lo menos uno de estos: productos que hay que retirar porque resulta que se incendian. Este año, además del mediático hoverboard, hubo otro modelo defectuoso que tocó a Apple de lleno: sus altavoces Beats. Cupertino tuvo que retirar 223.000 Beats Pill XL porque sus baterías podían sobrecalentarse e incendiarse.
- La rabieta de Amazon. Suele decirse que en Amazon se vende de todo, que da igual lo raro que sea eso que busques que lo encontrarás allí. A no ser, claro, que sea algo que compita directamente con sus productos y venga de grandes compañías como Google o Apple. Hace un par de meses, Amazon anunciaba que dejaba de vender el Chromecast y la Apple TV porque no sirven para promocionar Prime Video. No porque Amazon tenga su Fire TV Stick y su Fire TV. Y mejor no busques si Amazon vende otros productos de otras marcas más pequeñas que tampoco son compatibles con Prime Video… Al final, estas rabietas ni ayudan a las compañías (¿de verdad Amazon vendió más de sus productos?) ni a los consumidores.