A base de éxitos de ventas, Xiaomi se ha convertido en tan sólo unos años en la principal startup de China, con una valoración que la sitúa en el top 5 del mundo y como segundo fabricante de smartphones del país.
Pero los ingresos de China no provienen sólo del hardware, también obtienen importantes ventas a partir del software y los servicios en Internet. Sus ingresos por esta vía han conseguido aumentar un 150% y llegar a los 3.710 millones de yuan, muy por encima de los 1.480 millones del año anterior.
Eso sí, a pesar de su gran crecimiento, la cifra está lejos del objetivo que se había marcado Xiaomi, 1.000 millones de dólares, ya que esos 3.710 millones de yuan suponen unos 564 millones de dólares.
Además de no haber alcanzado ese objetivo de ingresos, Xiaomi tampoco alcanzó en 2015 su pronóstico de ventas de smartphones, y finalmente se quedaron en unos 70 millones de terminales vendidos, por debajo de las cifras récord superiores a 100 millones que obtuvo Huawei.
A pesar de no cumplir los objetivos, Xiaomi se encuentra todavía en muy buena forma y con un gran ritmo de crecimiento, aunque debemos recordar que parte de su éxito ha estado en poner el listón muy alto, por lo que perder el ritmo podría pasarle factura si no encuentran la fórmula para seguir adelante como hasta ahora.
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