En su entrenamiento normal, los jugadores hicieron ejercicio con bicicletas estáticas y mascarillas que les limitaban la cantidad de oxígeno que recibían para hacer ese ejercicio. Se decidió que a los jugadores que tenían más problemas se les instalaría una cámara hipóxica en casa para que duerman con ella y, de esta forma, se adapten a la altura de la ciudad de Johannesburgo.
Esencialmente, la cámara hipóxica consigue que las personas (especialmente deportistas) que tienen problemas en lugares con gran altitud sobre el nivel del mar, puedan transportar más fácilmente el oxígeno en sus cuerpos, pues a esas alturas hay menos oxígeno en el aire. Al parecer es más que suficiente con usar la cámara de 8 a 10 horas al día durante un mes aproximadamente para evitar tener problemas a las mencionadas alturas. Eso sí, sería interesante saber si las mujeres de los jugadores duermen junto a ellos en las cámaras hipóxicas o no. No obstante, a pesar de que son varias las selecciones de fútbol que están usando este sistema, la Agencia Mundial Antidopaje lleva tiempo estudiando si este sistema debe ser considerado dopaje o no, pues representa una ventaja injusta sobre los jugadores y las selecciones que han decidido no usarlo. [Daily Mail via PopSci] — Fco. José Cañizares.
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