No debe ser fácil tener todas las perchas conectadas compartiendo energía y datos, además de que no dejan claro si la percha se sincroniza con alguna etiqueta tipo RFID para reconocer la ropa o simplemente se debe dejar la misma ropa en las mismas perchas.
Pero lo inquietante es el posible fenómeno sociológico que suceda, dando a conceptos como la moda o “lo que se lleva” una realidad cuantificable que la gente podrá consultar en el momento de manera muy sencilla.
Quizás poner código QR en las etiquetas de las prendas habría sido igual de efectivo y mucho más barato, aunque hay que reconocer que de esta manera es mucho más rápido.
Claro que también todo esto puede llevar al Ladygagismo si a algún cachondo le da por crear “me gustas” artificiales a mansalva a las prendas más horrorosas, como mankinis de leopardo con lentejuelas. [NewLaunches]
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