Con los pocos días que el iPhone 4 ha estado en la calle, resulta sorprendente la cantidad de iPhones rotos por caídas o golpes que se están viendo. No es normal que un móvil sea tan frágil, pero es consecuencia de usar cristal endurecido, que no lo hace tan resistente a las rayas como se creía, y de su diseño sin bordes, que magnifica los impactos al cristal.
El problema de la antena es algo también inconcebible para un teléfono de un precio tan elevado y del que se supone una alta calidad en la recepción y envío de la señal. El que al cogerlo de una u otra manera se modifique la señal parece de risa.
Pero lo peor es que Apple, lejos de decir que se ha equivocado, diga al consumidor que la solución al problema de la señal sea que el cliente cambie sus hábitos y lo coja de otra manera. Una práctica habitual por parte de Apple el que no se tenga en cuenta al cliente y se le diga lo que le conviene.
No me malinterpretéis, el iPhone 4 es un gran teléfono, pero Apple en su búsqueda por el “teléfono perfecto” se ha olvidado de lo más importante, debe ser cómodo, resistente y sobre todo debe cumplir su principal función: enviar y recibir llamadas, a la perfección. Y en todo eso parece que ha fracasado completamente.— Dani Burón
Los usuarios denunciaban que la compañía los había rastreado incluso cuando usaban el modo privado…
El Instituto Valenciano de Competitividad Empresarial financiará aquellas iniciativas que puedan solucionar incertidumbres científicas o…
Solo en el cuarto trimestre las empresas emergentes del país han levantado 1.500 millones de…
La región tiene 13 scaleups y destaca por sus empresas emergentes de salud y agrotech.
Valencia ha atraído en el primer semestre del año 30 millones de euros de inversión…
El diario estadounidense demanda a las dos compañías tecnológicas por haber usado sus contenidos para…