Los trucos de los periodistas para grabar buenos vídeos con el móvil [Veredicto: no te garantizamos el Pulitzer]
En el año 2009 en Polonia fue galardonado en los Premios de la Prensa un vídeo anónimo grabado en Irán con un teléfono móvil.
La calidad no desmerecía la información y cada vez es más frecuente que los periodistas se enfrenten a la información sin una cámara de televisión o incluso de vídeo por diversas circunstancias, como puede ser la propia clandestinidad a la que deben someterse para obtener dicha información, como sucedió recientemente en los altercados en El Aaiún.
Las cámaras de los móviles van ofreciendo cada vez mejores prestaciones, pero todo se puede mejorar, y para ello nada como asistir a los consejos que desde Mobile Media se dan a los periodistas que quieran aprovechar estas posibilidades. Para empezar es fundamental contar con un terminal que ya proporcione un punto de partida óptimo. Para seleccionar uno se nos remite a diferentes análisis efectuados por PC Magazine, C-Net o GSM Arena. Aunque hay herramientas de software que permiten mejorar la calidad de la grabación, siempre es recomendable contar con una buena materia prima.
Consejos sobre cómo captar una buena primicia te ofrece hasta la BBC. Incluso los hay específicos para cámaras de vídeo domésticas. Tampoco podemos olvidarnos de capturar un buen audio. Hasta YouTube te enseña a que tus vídeos sean más que decentes.
Pero además de recomendarte que te empapes bien de todos esos tutoriales a los que te remitimos, nos centraremos en un par de aspectos importantes.
La estabilidad es importante, no sólo la emocional o la laboral, la de la cámara. Así que mejor buscar alguna forma de que si tenemos un pulso como para ir a robar panderetas no se note. Siempre hay algo estable cerca para que podamos apoyarnos y si no hay pequeños trucos para conseguir minimizar esas pequeñas vibraciones que arruniarán nuestra grabación. Hay incluso soluciones específicas para convertir un humilde iPhone en algo más semejante a una cámara profesional, al menos en cuanto a agarre se refiere.
En cuanto al audio una opción (aunque no todos los móviles lo permiten) es contar con un micrófono exterior. Y por supuesto al iluminación. No siempre vamos a tener la mágica luz del atardecer para enriquecer con increíbles tonalidades y brillos aquello que queramos captar. Cuanta más luz tengamos mejor, especialmente en el interior. Y si bien en el exterior lo aconsejable es que la fuente de luz (el Sol) esté a nuestra espalda para iluminar a quien queramos grabar, en el interior hay que tener en cuenta que obtendremos un gran resultado si conseguimos no solo la mayor cantidad de luz posible sino que el sujeto (o el objeto) este rodeado de múltiples fuentes de luz.
Los movimientos de cámara es algo de lo que habría que hablar muy seriamente con Michael Bay, Jerry Bruckheimer y compañía. Y eso en el cine y con cámaras profesionales. Pues imagina los resultados en las neuronas y el nervio óptico del espectador si la cámara es un móvil. Aquí la regla es reducir en la medida de lo posible los movimientos de cámara y si hay que hacer un barrido mejor hacerlo lo más lentamente posible. Eso también es de aplicación para los zooms, mejor prescindir de ellos y dentro de lo posible acercarnos físicamente al objeto de grabación. Dentro de las más elementales normas de la autoconservación, queda fatal entregar el Pulitzer por la cobertura del incendio en una embotelladora de agua a una urna de cenizas con el nombre del periodista.
Y como detalle final, mejor grabar el vídeo siempre en la máxima resolución disponible, que ya habrá tiempo después de bajarla si hay que enviarlo por Internet o subirlo directamente a YouTube. Y ahora salid a por la noticia… y tengan cuidado ahí fuera. ─Antonio Rentero [Mobile Active]