Lost Odyssey
El nuevo título que incrementa el catálogo de Xbox 360 no einventa las reglas de los juegos de rol basados en turnos, pero hace un magnífico papel.
Desarrollado por Hironobu Sakaguchi, conocido por ser el creador de Final Fantasy, una de las sagas más exitosas del género y con la que Microsoft quiere rivalizar, Lost Odyssey destaca por su gran jugabilidad, su fascinante historia y su siniestro protagonista, Kaim
Una de las peculiaridades de Lost Odissey es que el protagonista nunca puede morir, a diferencia que en la mayoría de los juegos de rol. El juego narra la historia de Kaim, un personaje inmortal que ha vivido más de mil años. No recuerda su pasado, y desconoce dónde se oculta su futuro. A lo largo del juego, varios personajes se unirán a Kaim en una odisea para descubrir su intrincado pasado y destino, odisea que transportará a los jugadores a una historia dramática de ingentes dimensiones. La condición de inmortal de Kaim es lo que le da la oportunidad de ser citado ante el congreso del reino, pues sobrevivió a la caída de un meteorito mientras luchaba contra un enorme ejército de soldados que obtuvieron diferente final.
Así empezará una nueva aventura con varios compañeros de entre los que destacan Sez Balmore, Cooke y Mack, Ming y Jansen. El hecho de que nuestro personaje sea inmortal influye en el núcleo de la historia y en el sistema de juego, motivando a que nuestros personajes emprendan el viaje en busca de respuestas que calmen su mente y todo su ser, encontrando a nuevos aliados por el camino.
La banda sonora del juego es buena, aunque algunos de los temas son predecibles, como la llamada de batalla de Final Fantasy.
El modo de juego no alcanza la misma altura que la historia, aunque es sólida. Por lo demás, conservas las características de los RPG: vastos mundos de bellos decorados, multitud de personajes y una larga historia que nos enganchará a los mandos. En cuanto a los combates, Lost Odissey combina la modalidad de combate por turnos con escenas en tiempo real, lo que significa que el comportamiento de los objetos y de los hechizos variará en cada combate, gracias a que el motor del juego recalculará los efectos de la acción.