A lo largo de los dos últimos meses, la popularidad del colectivo de hacktivistas LulzSec ha crecido como la espuma gracias a sus numerosas amenazas contra páginas web de videojuegos como Nintendo o Sony o sites gubernamentales, equiparándose prácticamente a la del grupo Anonymous. Ayer, justo cuando se cumplían 50 días del primer ataque atribuido a este grupo, anunciaban el fin de sus actividades.
“Durante los últimos 50 días hemos estado perturbando y exponiendo corporaciones y gobiernos y a menudo a la población en general, y posiblemente todo lo demás, sólo porque hemos podido. Todo para entretener a otros desinteresadamente. Por vanidad, fama, reconocimiento, todas esas cosas son la sombre de nuestro deseo, lo que a todos nos gusta.”, explica el escrito, publicado en Pastebin y comunicado mediante el perfil de Twitter de LulzSec.
“Es hora de decir bon voyage. Nuestro crucero planeado de 50 días ha expirado y ahora tenemos que navegar desde la distancia, dejando atrás -esperamos- inspiración, miedo, negación, felicidad, aprobación, desaprobación, burla, vergüenza, consideración, celos, odio… En todo caso esperamos un impacto microscópico para alguien en alguna parte”.
Las razones del abandono no están muy claras, pero según da a entender el comunicado, esta andadura del grupo habría sido planificada al dedillo y una forma de demostrar la laxa seguridad de empresas y páginas oficiales y de darles un pequeño castigo. Así, no se descarta que en un futuro cercano, el colectivo de hackers pueda volver a iniciar su andadura, aunque sea con otro nombre, o bien siga operando en la sombra uniéndose a otros grupos.
En el escrito que anuncia el fin de sus actividades, de hecho, LulzSec anima a apoyar al movimiento AntiSec. “Detrás de la máscara, detrás de la locura y el caos, de verdad creemos en este movimiento. Esperamos, deseamos, pedimos incluso que se manifieste en una revolución que puede continuar sin nosotros”.
Por último, el grupo da su agradecimiento por “el apoyo reunido en tan poco tiempo” e insta a la gente a seguir luchando por acabar con los abusos de los gobiernos y las grandes corporaciones. “Juntos, unidos, podemos pisar a nuestros opresores comunes y hacernos con el poder y la libertad que nos merecemos”, señalan.
El último botín del grupo habría sido el conjunto de archivos robados a un organismo de seguridad del estado de Arizona que contendrían cientos de documentos clasificados incluyendo correos personales, nombres y números de teléfono. Además, LulzSec ha publicado un torrent que parece contener toda la información incautada durante sus 50 días de ataques.
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