m-learning para la plantilla
Las opciones que la empresa pone a disposición del trabajador muestran cómo hasta los más alejados de la informática pueden acceder a mayores niveles de formación.
La formación online se ha convertido en pieza clave de las estrategias empresariales. Si de todos es sabido la falta de tiempo que actualmente se tiene para acceder a esos cursos que preparamos con tanta anticipación y que cuestan tanto acabar, resulta más que convincente que toda compañía que se precie buscará la mejor manera de seguir aleccionando a su personal para que dé sus mejores frutos.
El e-learning, en su terminología más exacta, continúa su trayectoria ascendente para disfrute de aquéllos que comparten sus conocimientos por Internet. El capital humano, así como el encuentro con los “cerebros” que distinguen una organización de otra, se ve de enhorabuena con estas opciones electrónicas que no tienen otro objetivo más que aumentar la calidad de su nivel de educación, de aprendizaje.
Internet sigue siendo el principal artífice del entorno corporativo a la hora de formar a la plantilla, de ahí su singular importancia. No obstante, si había alguna excusa para eludir las nuevas ondas laborales, se abre otra alternativa que, bajo la denominación m-learning, ofrece cobertura hasta para los más alejados del mundo informático.
Esta modalidad no necesita de ningún ordenador para cumplir sus expectativas. De hecho, un simple móvil es el único requisito inmediato para acceder al conocimiento que la empresa pone a disposición del trabajador.
Equipado con tecnología i-mode o a través de PDA, el terminal se convierte en nexo de unión entre firma y empleado para optimizar tanto cifras de negocio como etapas de formación. Como se puede observar, los beneficios del m-learning vienen por partida doble mientras los resultados se definen a corto y largo plazo: de ahí sus ventajas y su futura expansión.