Con múltiples bolsillos para guardar todo lo que necesites (portátil, ratón, adaptadores de corriente, cables, discos duros externos, bolígrafos, formularios, listados…) el maletín-escritorio permite convertirlo en una mesa gracias a cuatro patas plegables ajustables en altura, con lo que podemos usarlo en cualquier lugar donde nos encontremos, desde un cómodo asiento en un lobby del hotel donde esperamos tener una reunión importantísima hasta el escalón de la salida de emergencia del palacio de congresos donde tenemos previsto ofrecer una presentación que nos tiene tan nerviosos que hemos tenido que salir a repasarla con la excusa de “voy a echar un cigarrito, ahora vuelvo”.
Además, para que nuestro portátil no se recaliente cuenta con una base ventilada con dos disipadores. Una vez terminado su uso como escritorio las patas quedan plegadas y escondidas en el correspondiente bolsillo y volvemos a colgar el maletín de nuestro hombro y aquí no ha pasado nada. ─Antonio Rentero [Thanko]
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