Manuel Moreno: “La burbuja de las redes sociales ya ha explotado”

Poca gente puede hablar en España de redes sociales con más conocimiento de causa y sinceridad. Manuel Moreno lleva más de una década dedicándose a la información tecnológica, mucho antes de que naciera Facebook y de que comenzara ni siquiera a concebirse esa figura llamada ‘community manager’. Antiguo redactor de El Mundo, ex director editorial de esta casa (de NetMediaEurope) y actual redactor jefe de Kelisto, Manuel fue uno de los primeros en darse cuenta de la importancia del Social Media y en crear un medio para recoger la actualidad sobre este tema. En abril de 2009 nació TreceBits, blog para algunos, web para otros, que se acaba de transmutar en papel con el lanzamiento de ‘El gran libro del community manager’. Charlamos con Manuel un rato sin pelos en la lengua. Aunque el libro pretende ser una guía para manejarse por las redes sociales, él es el primero que reconoce la superchería que se ha creado respecto a estas herramientas.

– Reconoces que el Social Media ha creado una burbuja con falsos gurús, promesas de crecimiento de ventas para las empresas, academias y escuelas que aseguran trabajo seguro como community manager, ¿cuándo crees que se pinchará?

– Yo creo que la burbuja ya ha explotado. De hecho la burbuja estaba formada por todas esas promesas que mencionas: ventas automáticas para las empresas que estaban en redes sociales, un puesto de trabajo para todo aquel que quiera ser community manager… Se crearon tantas expectativas falsas que cuando se ha visto que no todo es tan sencillo ni se logra de manera automática llega la decepción. Y esa decepción, es el estallido de la burbuja.

– Un estudio ha señalado que Facebook podría haber alcanzado su tope y perder el 80% de sus usuarios en 2017 ¿Crees que la plataforma de Mark Zuckerberg ha comenzado su declive? ¿Le ocurrirá lo mismo que otras como MySpace o Bebo?

– Creo que el estudio de la Universidad de Princeton es exagerado, al menos en el porcentaje que se ha dado como titular. Es cierto que Facebook no seguirá creciendo en el futuro al mismo ritmo que lo ha estado haciendo hasta ahora, porque eso es imposible. Ya tiene más de 1.200 millones de usuarios activos mensuales en todo el mundo, y duplicar la cifra en los próximos años sería imposible.

Sí que es cierto que se ha comprobado una tendencia, entre los internautas adolescentes, más jóvenes, a mostrar menos interés por Facebook. Ahora prefieren aplicaciones como WhatsApp o Snapchat a la hora de comunicarse con sus amigos. Esto preocupa a los responsables de Facebook, que ya han comenzado a tomar cartas en el asunto, por ejemplo, comprando Instagram, o desarrollando su propia aplicación de mensajería.

– Hablamos de redes sociales como empresas. Facebook sale a bolsa y pincha, Tuenti es comprada por Telefónica y empieza a perder fuelle ¿Es mejor para una red social funcionar con capital privado y ‘en solitario’?

– Bueno, en realidad Facebook pinchó por así decirlo al principio, pero tras (bastantes) meses en bolsa las acciones han recuperado su valor e incluso ya dan beneficios a los accionistas. LinkedIn fue la primera red social que cotizó en bolsa y no le fue nada mal. Twitter, que salió hace poco al parqué, tampoco es que se pueda decir que les vaya mal… No creo que sea una cuestión de quién ponga el capital o con quién se camine de la mano, sino de la estrategia empresarial, el plan de negocio… que se desarrollen.

– ¿Cuánto puede vivir una red social sin monetizar? ¿Al final siempre llegan los anuncios?

– Si no llegan los anuncios tendrá que llegar alguna otra manera de conseguir dinero, entendiendo siempre las redes sociales como empresas con trabajadores, para cuya subsistencia necesitan ingresos.

– Los pequeños negocios están aprovechando estas plataformas para hacerse globales y encontrar clientes más allá de su calle o barrio ¿Puedes dar algunos consejos destinados a este tipo de empresas para gestionar sus perfiles?

– Lo primero es que, antes de lanzarse a abrir perfiles, realicen un estudio para ver en qué redes sociales están sus potenciales clientes, así como que se determinen los recursos que se le va a poder dedicar a estos canales. En base a esto, la presencia en redes sociales debe estar siempre determinada por la planificación de cualquier movimiento, así como su medición.

En el día a día, el principal consejo es buscar la cercanía con los usuarios, la complicidad, la bidireccionalidad de los mensajes, el tener siempre los oídos bien abiertos para escuchar lo que los miembros de la comunidad tienen que decir y, llegado el caso, actuar en consecuencia.

– ¿Los blogs están muertos? ¿Las redes sociales están acabando con los blogs o los están potenciando?

– No están muertos en absoluto. Ni lo estarán mientras haya lectores dispuestos a consumir sus contenidos. Las redes sociales no deben verse como algo restrictivo ni opuesto a los blogs. En este caso, pueden ser unas herramientas estupendas para difundir los contenidos de un blog corporativo, por ejemplo.

– Parece mentira, pero hace cinco años aún pegaba fuerte Second Life ¿Cómo crees que habrán evolucionado las redes sociales en el próximo lustro? Lo mismo hay que preguntarse… ¿Habrá entonces redes sociales?

–  Redes sociales habrá, seguro. Lo que no sabemos es cómo serán, cuáles serán, o si serán las mismas que hoy día utilizamos. Posiblemente no. Si echamos la vista atrás, hace cinco años no habíamos oído hablar de Pinterest y ni siquiera había empezado a desarrollarse Instagram. Lo que es seguro es que dentro de cinco años estaremos habituados a utilizar aplicaciones móviles y plataformas sociales nuevas cuyo uso será tan cotidiano como el que hoy hacemos de Facebook o WhatsApp.

– Opinas que los community managers deben ser honestos por encima de todo. ¿No se debería seguir la misma filosofía para los que usan las redes sociales de manera personal? ¿Hasta qué punto contribuyen las redes sociales al culto a la imagen, las apariencias y la vanidad por encima de otros valores?

– Por supuesto, cualquier persona que utilice las redes sociales y lo hagan con un objetivo que no sea el de alimentar su ego (que para eso están los perfiles llenos de retratos a uno mismo, los populares “selfies”), debe hacer gala de la transparencia por encima de todo. Si el objetivo que se marca un usuario en una red social es buscar un trabajo o encontrar profesionales con los que establecer una relación, sin honestidad, el camino que va a recorrer en Social Media es muy corto.

– ¿Cuál es el estado de España en Social Media? ¿Crees que estamos por encima de otros países o nos falta mucho por aprender?

– En cuanto a uso de las redes sociales, España está muy por encima de la media de países europeos de su entorno. El español es un ser social, dentro y fuera de Internet. Otra cosa es que estemos sacándoles tanto partido como se podría, y ahí quizá sí que vamos un poco a remolque de lo que hace Estados Unidos o Reino Unido. Pero sólo unos meses, y cada vez las distancias son más cortas. También depende del objetivo que cada uno se marque a la hora de sacar provecho de las redes sociales.

– Cítanos tres startups orientadas al ámbito social que te hayan llamado la atención últimamente.

– Pues citaré una española, AnimalVitae, que me ha llamado la atención porque reinventa el concepto de red social , mezclando perfil personal, con perfiles de las mascotas de cada usuario, y con una aplicación práctica en temas de salud para animales (e-health) muy interesante.

 Jelly me parece novedosa por su planteamiento, por la forma de buscar y preguntar a los usuarios de tus canales sociales mediante el uso de fotografías. Además llega con el sello de Biz Stone, su fundador, quien ya creara Twitter hace siete años…

Por otra parte, me gusta personalmente Loop, una app social que permite lanzar encuestas rápidas con tus amigos. Es muy útil para decidir de una vez a dónde ir a cenar o qué película ver en el cine.

– Nomofobia, depresión, cibercondria, cibermareo, sexting, ciberbuyyling… ¿qué patología o acción relacionada con las redes sociales y las nuevas tecnologías te produce más pavor?

– ¿Pavor? Ninguna. Creo que cuando existe desconocimiento es cuando surgen esas patologías o situaciones en las que tratamos de huir o de demonizar las redes sociales. Lo necesario es conocer las plataformas y tratar de sacarles el mayor partido de acuerdo a nuestros intereses. Utilizándolas con sentido común, en el más amplio sentido de la palabra, no tendrían por qué aparecer ninguna de esas palabras que, lamentablemente, hemos tenido que ir incorporando en los últimos años a nuestro vocabulario 2.0.