Al parecer el material utilizado se llama Biofibra y a pesar de ser más ligero que el metal o el plástico, será más fuerte que el acero. De hecho el BIOME pesaría menos de 400 kg, además de que sería totalmente biodegradable.
Según la gente de Mercedes-Benz el interior del coche crecería a partir del ADN del símbolo del frente, y el exterior del símbolo de atrás. Cada coche se diseñaría específicamente para cada cliente modificando los símbolos genéticamente, creciendo el coche cuando el código genético se combinara con la cápsula semilla. Las ruedas crecerían a partir de 4 semillas diferentes.
Si esto no fuera suficiente, el coche funcionaría usando como combustible Bionéctar4534 y como “deshecho” oxígeno. Hasta ahora el concepto parece tan genial como “imposible”, pero si algún día lo consigan espero que el coche no decida comerte si le dejas sin su Bionéctar o que empiece a actuar como Christine.— Dani Burón [Gizmag]
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