Puede que esta mesa no desafíe realmente la ley de la gravedad, pero su precio (866 euros el modelo cuadrado y 1.110 el modelo rectangular) desafía la ley de la recesión. No se puede negar que el diseño, obra de un tal Rafa García (perdónenme si no le conozco), es elegante y que el tubo de acero cubierto de esmalte que une la parte de abajo y la de arriba no se ve desde ciertos ángulos y da la impresión de que levita. Mágicamente, claro. Luego están esos brazos que surgen de la nada, otro toque elegante pero ligeramente gore, al menos para los que hemos visto las primeras películas de Peter Jackson. Para mí, no, gracias. — Rafa M. Claudín [Swipelife]
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