Los creadores de esta obra han sido un grupo de estudiantes del departamento de arquitectura de la universidad de ciencias aplicadas en Detmold, liderados por su profesor Marco Hemmerling.
Para erigir esta construcción se necesitaron 2000 cajas de cerveza donadas por una cervecería cercana y una semana de trabajo. Las cajas se conectaron con listones, tornillos y refuerzos en la zona superior.
Tras construirlo sirvió de escenario para la fiesta de fin de curso, en la que probablemente bebieron tanto que consiguieron suficiente material para construir esta vez un ala nueva para la universidad, un centro deportivo y hasta una residencia de estudiantes.
De todas maneras eso no me impresiona, seguro que si juntamos el consumo conjunto de cerveza de los lectores de ITespresso, podríamos crear algo que hasta se viera desde el espacio.— :Dani Burón [ArchDaily]
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