¿Recuerdas el Viaje alucinante, esa película sesentera en la que un equipo de científicos era reducido dentro de un submarino para entrar en el cuerpo de un hombre? Pues bien, aún no hemos llegado a la fase de reducción, pero a cambio la universidad australiana Monash ha desarrollado Proteus (un homenaje, precisamente, al citado submarino), un motor 2,5 veces más fino que un pelo humano. Se puede introducir en el flujo sanguíneo y posee una cámara y otros sensores para monitorizar a un paciente sin los peligros inherentes en la cirugía. Para moverse, utiliza una cola giratoria a lo espermatozoide y se sirve de energía piezoeléctrica. — Rafa M. Claudín [GizMag]
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