Motorola Defy
Un smartphone ultrarresistente que aguantará lo que le eches.
La primera impresión al realizar el unpacking correspondiente y echar un vistazo a la carcasa de este terminal de Motorola, es que es algo basto y poco refinado. Además de ser un modelo con un grosor considerable, su exterior cuenta con algunos elementos extraños que ya apenas se encuentran en los smartphones actuales, como siete tornillos y unos protectores de plástico de gran relieve.
No es que Motorola le haya encargado su diseño al Doctor Frankenstein, es que este dispositivo ha sido creado para aguantar todo tipo de golpes, caídas, ralladuras y líquidos. En esta review hemos podido dar fe de lo resistente que es ante retos como sumergirlo en agua, introducirlo en el congelador, derramarle café o rociarlo con sal. Su pantalla, hecha con Gorilla Glass, ha aguantado perfectamente los desafíos extremos y su sistema operativo ha seguido funcionando sin ningún tipo de problema.
La impresión inicial de teléfono voluminoso se evapora una vez se sostiene en la mano. Realmente es un móvil que resulta muy ligero y de agarre cómodo.
Sus escasos bordes también son otra ventaja importante. La pantalla capacitiva de 3’7 pulgadas ocupa casi todo el frontal sin apenas márgenes, permitiendo contar con una visualización muy generosa para un terminal de tamaño bastante reducido. En el pequeño espacio inferior se alojan cuatro botones táctiles para el menú principal, retroceso, etc, siempre mucho más útiles que los virtuales.
Eso sí, la inclusión del cristal especial Gorilla se cobra su precio, en este caso, en la viveza de los colores de la pantalla, que queda algo sacrificada y reducida pese a sus 854 x 480 píxeles de resolución.
El Defy viene con la versión 2.1 de Android incluida y no se espera que pueda actualizarse a una posterior hasta el próximo verano, haciendo que algunas de las prestaciones de la plataforma de Google puedan quedarse limitadas. Además, dispone de la “interfaz” Motoblur predefinida, muy sencilla de utilizar pero también algo molesta a veces. En este caso no hay medias tintas: están aquellos usuarios que la adoran y los que la odian encarecidamente. Probablemente a los primeros les encandile el área de Cuentas, para sincronizar todo tipo de perfiles y asociarlos con el sistema.
El procesador no llega al gigahercio que ya se ha impuesto como estándar en la mayoría de los terminales avanzados y se queda en 800 Mhz. Sí, la velocidad es algo menor, pero resulta más que aceptable.
Las prestaciones del Defy se completan con 512 Mb de RAM, 2GB de memoria interna ampliabale mediante micro SD, una cámara de 5 megapíxeles con flash LED, doble micrófono para cancelación de ruido, Bluetooth, aGPS, WiFi, entrada de audio minijack de 3,5 mm, tethering y Swype para escritura rápida integrado.
En definitiva, este modelo, disponible con Vodafone desde 0 euros, es una opción muy atractiva para aquellos usuarios que busquen un primer terminal con conexión a Internet asequible. Si perteneces al grupo de aquellos con un historial de dos o más móviles “fallecidos” por accidentes o circunstancias trágicas éste es tu smartphone perfecto.