Pues sí amigos, algo que parecía ser maravilloso se ha convertido en una pesadilla, puede que no tan mala como las de Freddy Krueger, pero aún así lo suficiente como para convertir algo que parecía una compra segura para todo aquel usuario de Android se convierta en un “ni de coña…”
No sólo escuecen sus 800 dólares, cuando el iPad2 está a la vuelta de la esquina con un más que posible precio similar, sino que el hecho de que obliguen a contratar al menos un mes de tarifa de datos con la operadora Verizon para activar el Wi-Fi suena a chiste.
Con tarifas 3G que cuestan entre 20 y 80 dólares y teniendo en cuenta que aunque digan que sólo es un mes, quitarte de una compañía cuesta más que deshacerte de las liendres de Chewbacca la verdad es que no pinta nada bien. Veremos con que nos sorprenden en Europa.— Dani Burón [Engadget]
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