Pasó en el aeropuerto de Kathmandu, Nepal. El avión se negaba a arrancar sus motores antes de un vuelo a Hong Kong. En ese punto, altos directivos de la compañía, las líneas aéreas estatales del Nepal, decidieron sacrificar dos cabras a Akash Bhairab, que al parecer es el dios hindú que protege los cielos.
Lo hicieron en frente del avión, que tiene el símbolo del dios pintado en el fuselaje y, según ellos, funcionó. Los problemas, que habían sido la fuente de varios retrasos y cancelaciones de vuelos, desaparecieron y la aeronave completó con éxito el viaje a Hong Kong.
O eso dicen, porque los periódicos locales dijeron que realmente fue un problema técnico.
Nota a mí mismo: cuando vaya a Nepal, tomar el autobús. [BBC]
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