No requiere congeladores ni entradas de agua, simplemente se debe mezclar nitrógeno líquido con crema dulce u otra sustancia digna de ser comida a bajas temperaturas y ¡Voila! Rico helado de piña para el niño y para la niña al instante. El cacharro, está dirigido sobre todo a cocinas de restaurantes y puede llegar a costar 75.000 dólares según configuraciones personalizadas. Repetimos, por mucho que mires en el manual de instrucciones no encontrarás ninguna opción para fabricar tus propios T1000. —Alberto Payo [Bornrich]
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