No me pises que llevo chanclas topless

De nuevo, el diseño industrial transciende el comercio y se transforma en obra de arte. Del absurdo. Esto que veis son Topless Sandals, es decir, chanclas de playa de las de toda la vida pero sin la parte que sirve para enganchar la suela en el pie. Estoy seguro que harán felices a mis amigas suecas, que nunca van en topless pero son amantes de dicho calzado. Personalmente, a mí me dejan frío a no ser que las lleven puestas ellas, pero hay que reconocer que el invento, que utiliza una superficie pegajosa especial que no deja residuo en el pie, tiene cierta gracia. La compañía dice que el pegamento especial durará un año, pero si la llevas por la arena, supongo que pronto terminarán igual de rebozadas que una croqueta de jamón y queso. Te costarán unos 12 euros y que la gente se te quede mirando alucinada.

Topless Sandals [New Launches]