Curiosamente lo sucedido a Mark Bao, estudiante de 18 años de la Universidad Bentley en Massachusetts, no es algo raro, por alguna extraña razón los ladrones de portátiles suelen tomarse fotos, grabarse en vídeo e incluso poner sus datos personales en sus objetos robados.
Esta vez Bao no tuvo que usar un sistema complicado para pillarle, simplemente el servicio automático de backup Backblaze. Además descubrió que se trata de alguien que vive muy cerca de su residencia.
Lo curioso de este tema es que a lo mejor si al ladrón le da por denunciar a Bao por violación de la privacidad hasta saldría ganando y todo, aunque teniendo en cuenta que se hizo con un bien robado no me queda muy claro quien es el dueño de las imágenes. Lo único claro es que si bailar mal fuera delito sería sin duda culpable.— Dani Burón [Switched]
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