Una tecnología respaldada por la RIAA
Audible Magic, una compañía estadounidense con base en California ha
mostrado a las autoridades legislativas una tecnología que pueden
colocarse dentro del software peer-to-peer y detener automáticamente el
intercambio de música protegida con copyright de artistas como Britney
Spears.
La tecnología está siendo probada y todavía no se ha
decidido si es viable. No obstante, la limitadas demostraciones de la
misma han causado un verdadero impacto. “Es algo que interesa a la gente
del Capitolio”, ha comentado una fuente del congreso después de haber
visto la demostración y que ha solicitado mantenerse en el anonimato.
“Estamos abiertos a toda clase de soluciones en este terreno. Teniendo
la capacidad tecnológica de hacerlo, esto abren un montón de
oportunidades”.
Como era de esperar Audible Magic se ha
convertido en uno de los protegidos de la RIAA, la asociación de la
industria discográfica americana, que ha ayudado a la compañía a entrar
en los círculos oficiales de Washington. El grupo afirma que la
tecnología de Audible Magic, o alguna otra parecida, debería ser
adoptada por las compañías dedicadas al negocio de compartición de
archivos si son serios a la hora de no permitir la violación de los
derechos de autor.
El respaldo de la RIAA, un mes de
demostraciones ante la prensa estadounidense, han dado a la tecnología
una nueva credibilidad en los círculos legislativos, universitarios y
reguladores. Después de ver una demostración de esta tecnología en la
sede de la RIAA el pasado mes, la University of Rochester Provost afirmó
que la evaluaría para utilizarla en su campus.
Actualmente la
RIAA no está presionando para que el software de Audible Magic sea
utilizado, al menos por ahora, sobre todo porque es improbable que la
larga temporada electoral en la que está sumido el país impida que se
centren en el tema. Pero las compañías peer-to-peer están muy al tanto
de su potencial político y de la amenaza de que esta tecnología se
incluya en el mundo de la compartición de archivos.
Los
defensores de la privacidad y del peer-to-peer han sido muy críticos con
cualquier tecnología que pudiera imponer la supervisión o bloqueo de la
compartición de archivos o cualquier otro servicio de Internet. Afirman
que los filtros podrían violar la libertad de expresión y la innovación
tecnológica, todo ello únicamente para atender los relativamente
limitados intereses de la industria del entretenimiento.
No
obstante, la gran popularidad de las redes peer-to-peer está basada en
el comercio de canciones con copyright, vídeos y software, según la
mayoría de los analistas. Si se fuerza a instalar filtros de detección
de canciones dentro de programas de software como Kazaa, podría
interrumpir la capacidad de compartir archivos para comerciar libremente
con canciones.
En los últimos meses, directivos de peer-to-peer
como Nikki Hemming, de Sharman Networks, han dicho insistentemente a los
legisladores que era técnicamente imposible instalar sistemas de filtros
adecuados en sus redes. Pero ahora se está cambiando el enfoque,
señalando que incluso si los filtros fueran posibles, su obligación
podría ser un desastroso.
Desde la muerte de Napster a Audible Magic
La idea de filtrar las redes peer-to-peer surgió durante los últimos
días de Napster, cuando los tribunales mandaron a la compañía que
bloqueara el comercio de canciones protegidas por derechos de autor con
una exactitud cercana a la perfección. En un principio la compañía
intentó el bloqueo a través de palabras clave, pero fracasó en cuanto
los usuarios cambiaron el nombre de las canciones.
Un nuevo
intento se realizó utilizando una tecnología de la compañía Ralatable
que identificaba el audio, y la cantidad de material disponible a través
del servicio se redujo desde decenas de millones de archivos a sólo un
puñado de la noche a la mañana. Napster cerró sus puertas al público
poco después.
La tecnología de identificación de canciones de
Audible Magic es el producto de un grupo de antiguos ingenieros de
sonido de Yamaha, que originalmente crearon el software para ayudar a
los estudios de post-producción de películas a buscas bases de datos
masivas de efectos de sonido. A finales de los 90 se unieron a Vance
Ikezoye, que trabajaba en Hewlett-Packard, y a su empresa recién
formada, audible Magic, y cambiaron su foco de atención hacia la
identificación de archivos digitales como las canciones.
La
tecnología de la compañía trabaja identificando propiedades
“psico-acústicas”, esencialmente el equivalente informático de escuchar
la canción en sí misma. Esto significa que el procedimiento de
identificación es flexible. Una canción podría ser comprimida en una
calidad baja, o tener unos pocos segundos de silencio al empezar o
terminar, o ser transformada de otra manera, y la tecnología seguiría
reconociendo la misma canción.
La tecnología de reconocimiento ya
ha ganado credibilidad y es utilizada por la asociación de editores y
escritores de canciones americana, SESAC, para identificar cuándo una
canción es reproducida en una radio con el objetivo de recaudar los
royalties.
Pero ha sido a partir de enfocarse en la industria
peer-to-peer cuando se ha abierto un nuevo frente de debate sobre los
derechos de autor en Estados Unidos. Audible Magic está ofreciendo dos
versiones diferentes de su tecnología, una enfocada en las redes y otra
en el software que permite la compartición de archivos.
Durante
varios años la tecnología se ha probado en un aparato basado en la red
que podría colocarse dentro de las redes de los proveedores de servicio
a Internet u otros negocios de redes para monitorizar el tráfico de
datos y, si identificara una canción protegida con copyright, la
tecnología detendría la transferencia de la misma.
La tecnología
se probó en la University of Wyoming el pasado año, pero las pruebas
finalizaron cuando los estudiantes se quejaron de que atentaba contra su
privacidad. La respuesta de Ikezoye fue ofrecer a la universidad una
versión que simplemente bloqueaba las canciones con copyright, y no se
relacionaba específicamente con los ordenadores de los usuarios. Esto
generó un nuevo interés por la tecnología.
¿Dentro de tu software?
La principal demostración de la compañía en las últimas semanas se ha
centrado en una versión incluida en una parte del software de fuente
abierta Gnutella. De forma similar, podría ser incluido en cualquier
otro paquete de software de compartición de archivos, según ha comentado
Ikezoye, CEO de la compañía.
En esta versión basada en software,
la tecnología mira qué las canciones están siendo descargadas, y cuando
tiene suficientes datos para actuar, normalmente una tercera parte o la
mitad del archivo, utiliza la conexión de Internet para llamar a la base
de datos de Audible Magic. Si verifica que la canción tiene copyright,
detiene la descarga.
De forma similar, cuando una canción se
encuentra en una carpeta compartida, el software se conecta con la base
de datos de la compañía. En esta ocasión, si verifica que la canción
está protegida por derechos de autor, impide que ésta pueda ser
compartida con otra persona a través de la red.
Esta segunda
versión del software no ha sido probada a gran escala. Aunque parece
funcionar bien en una demostración con un usuario único, implementarla a
gran escala, particularmente en programas de software como Kazaa o
Morpheus, donde diariamente se solicitan decenas de millones de
búsquedas, podría tener consecuencias impredecibles.
Y lo que es
más, para que el filtro trabaje a gran escala, Ikezoye afirma que habría
que presionar, probablemente a través de ley, a las compañías de
compartición de archivos, ya que es improbable que adopten esta
tecnología de forma voluntaria y universal. “Esta implementación
requiere la cooperación de los vendedores de peer-to-peer”, afirma
Ikezoye.
La tecnología de Audible Magic está lejos de la
perfección. Su debilidad más crítica es probable que se encuentre en los
archivos o redes encriptadas, en las que el software no podrá reconocer
el audio. Tampoco es difícil imaginar a los hacker creando versiones
crackeadas de software de compartición de archivos que eliminen la
tecnología de reconocimiento de música, si los legisladores ordenan que
esta tecnología se incluya en este tipo de programas.
Por otra
parte, Audible Magic no es la única compañía que está buscando filtros
para la compartición de archivos. Snocap, creada por Shawn Fanning,
creador de Napster, está trabajando en una tecnología similar con el
objetivo de proporcionar a las discográficas una manera de hacer dinero
a través de las redes peer-to-peer.
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