El caso es que al poder plegarse justo debajo de la cámara, parecen integrarse en ella haciendo que llevarlos sea algo mucho más cómodo y natural ya que a no ser que tu cámara vaya en su funda tan apretada como los pantalones de Tony Manero, probablemente cabrá sin problemas.
El modelo Micro 250, como su propio nombre indica está pensado para cámaras de como máximo 250g con un precio de 20 euros, mientras que el Micro 800 aguanta 800g y vale 30 euros.
Ambos cuenta con patas plegables de aleación de zinc y finales de goma para agarrarse mejor. También disponen de una cabeza regulable de 36º en cualquier dirección, por lo que ajustar tu cámara a la posición que quieres será algo sencillo.
Pero si no te quieres gastar dinero siempre te queda la opción de llevar un compañero de viajes aficionado a la fotografía siempre contigo, que además suele llevar cámara incluida, otra cosa más que te ahorras. [Joby]
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