Según la compañía, unos 10 millones de gafas han acabado en el vertedero, las cuales producen elevadas emisiones de CO2 a la atmósfera, tanto como si ardieran más de 189.000 litros de gasolina. De modo que las películas 3D generan mucha más contaminacion que las que no usan esta tecnología.
La soucion de la gente de Ceroplast son unas gafas llamadas Oculus3D, las cuales están hechas de una resina, además de tener unas lentes polarizadas que son biodegradables. Esto se consigue gracias al llamado ácido poliláctico. El objetivo es sacarlas al mercado pronto, a ser posible durante el verano de este año. —Javier G. Pereda [Business Wire]
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