Para ello, en el mismo cuerpo cuenta con dos lentes de 170º en ambos extremos, pudiendo girarlas 180º para posicionarlas, una en su eje vertical y la otra en el horizontal.
Los sensores no es que sean una maravilla, ya que son de 720p a 30fps, pero como el vídeo resultante es una combinación de las imágenes de ambos a 1080p, la verdad es que no es necesario mucho más.
Pero no podrás grabar sólo con uno de los sensores, sino que siempre aparecerán dos imágenes, haciéndola menos versátil. Tampoco tiene pantalla LCD como la ATC9K, ni cuenta con Wi-Fi como la gran mayoría de cámaras de acción actuales.
Eso sí, al menos es a prueba de agua y con su batería LiPo podrás grabar hasta 2 horas seguidas con ambos sensores de manera simultánea. La pena es que la cámara no tenga articulaciones esféricas en los objetivos y que estén dispuestos de otra manera, para permitirte tanto la grabación de puntos de vista diferentes como estereoscopía.
Pero bueno, si quieres que tus vídeos haciendo el cafre siempre te tengan de protagonista te costará 200 dólares y unos cuantos quebraderos de cabeza alineando ambos objetivos sin una pantalla como referencia. [Gizmag]
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