El cuerpo de este oso está cubierto de sensores y motores, incluyendo webcams dentro de sus ojos y un altavoz en su nariz (ummm, ¿un artilugio para espiar lo que hacen tus hijos pequeños?). Está diseñado para responder ante tus órdenes y reaccionar como una mascota electrónica. El artilugio puede recordar un poco a Paro, una foca robótica pero con aspecto de peluche concebida para aliviar los síntomas de algunas enfermedades en niños, como el Alzheimer.
Sin embargo, el Huggable es mucho más “listo”, ya que sus movimientos se pueden controlar como si fuera un dispositivo teledirigido (incluso obligándole a que dé abrazos). Además, se pueden combinar dos de estos osobots para que uno imite los movimientos del otro simultánemente. El departamento de robótica de MIT está trabajando basándose en los conceptos sobre los que se ha creado este oso para desarrollar una versión mejorada, la cual se usará para experimentos de interacción en la vida real entre humanos y computadoras. — Alberto Payo [Bot Junkie]
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