Paul Allen: “Bill Gates y Steve Ballmer me hicieron la cama”

Si las intervenciones y movimientos del co creador de Microsoft, Paul Allen, resultan siempre polémicos (hace unos meses demandó a una docena de gigantes TIC como Google, Apple, Yahoo! o Facebook por haberse apropiado de algunas de sus patentes) un libro de su autoría no lo iba a ser menos.

Con el expeditivo título “Idea Man:A memoir by the Co-founder of Microsoft”, el ejecutivo hace un repaso por su trayectoria al frente de la compañía de Redmond, revelando algunos detalles truculentos sobre su antiguo compañero y jefe, Bill Gates, al que conoce desde el instituto.

Allen explica como Gates aprovechó su baja médica (el ex de Microsoft se sometió a un tratamiento contra el cáncer) para intentar arrebatarle su participación en la compañía, para lo cual habría contado con la complicidad del actual CEO, Steve Ballmer. Según sus palabras, incluso habría llegado a descubrir a ambos manteniendo una reunión cuyo objetivo final era claramente desplazarle, lo que le permitió ser consciente de la situación y frenarla.

“Yo le ayudé a iniciar la empresa y todavía era un miembro activo en su gestión, aunque limitado por mi enfermedad, y él, mi socio y amigo, la aprovechó para maquinar y timarme. Fue un oportunista mercenario, así de simple”, se lamenta.

Las críticas a Gates son recurrentes en la obra. Allen también arremete contra la forma de llevar la empresa por su antiguo mandamás: “Algunos dijeron que el estilo de gestión de Bill era un ingrediente clave para el éxito de Microsoft, pero que no tenía sentido para mí ¿Es que no se planteó que era más eficaz tener una discusión civilizada y racional? ¿Por qué necesitaba llevarlo todo a la precipitación y al conflicto?”, se pregunta el ejecutivo.

Muchos se han quedado sorprendidos con el contenido del libro, mientras otros afirman que este tipo de cosas suceden en el mundo de los negocios todos los días.

Según se hace eco, NCWN, Bill Gates ya habría dado su particular réplica a las historias que cuenta Allen y lo más llamativo es que el ahora filántropo no parece muy disgustado: “Aunque mi recuerdo de estos eventos pueden diferir de los de Paul, valoro su amistad y su importante contribución para el mundo de la tecnología y Microsoft”.