Personalmente me encantan los “cepillos de agua”, es mucho más agradable, rápido y eficaz que cepillarse, pero eso sí, ocupan muchísimo porque normalmente llevan una reserva enorme y gastan una barbaridad de agua.
Lo que plantea Philips es mezclarla con aire a alta velocidad usando un sistema de microgotas que permite una limpieza completa en 1 minuto con tan sólo una cucharilla del líquido elemento.
Esto no es sólo una ventaja porque ocupa mucho menos y su batería aguanta mucho más, sino que además nos permite usar mezclas de colutorios sin desaprovecharlos tanto.
Además las microgotas están administradas de tal manera que no hacen ningún daño a las encías, o por lo menos eso dicen, que lo mismo poco a poco vas obteniendo una sonrisa tipo caballo.
Pero eso sí, hay un problema, que hoy por hoy este “cepillo” es realmente caro, unos 90 dólares. Una pasada comparado con lo poco que puede costarte un cepillo normal y seda dental, o directamente ponerte una dentadura de broma y dejar que se caigan poco a poco para evitarte tanto mantenimiento. [Philips Sonicare]
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