Conectable al puerto USB de tu ordenador, basta con que apoyes los pies sobre su superficie para que comience a trabajar y una suave brisa te refresque, haciendo que olvides por unos instantes la lluvia de plomo derretido que cae estos días en la calle. Al apoyar los pies contra su superficie esta se convierte en un gigantesco (y refrigerado) botón de on/off, por lo que para conectarlo y desconectarlo basta con apretar con los pies, mientras estos van recobrando una temperatura que nos permita seguir siendo humanos.
Con un consumo mínimo de 13W/hora salió al mercado el pasado día 8 en Corea de la mano de Into Technology, pero ya estamos ansiosos por conocer de algún distribuidor que tenga el buen gusto de decidirse a traerlo a nuestro país. Y nos gustaría que no tardase mucho.
Solo llamaríamos la atención sobre el colectivo de ciudadanos cuyos efluvios pedestres puedan ser confundidos con aromas con denominación de origen cabrales, roquefort, roncal y/o cheddar o similares para que procuren, por el bien de la comunidad, abstenerse de hacer uso de este dispositivo. Mal de muchos consuelo de tontos, así que mejor no compartir determinados efluvios. ─Antonio Rentero [Aving]
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