El profesor taiwanés Chungpin Hovering Liao ha creado lo que considera la primera batería orgánica de clorofila del mundo. Cómo funciona en concreto su pila es un misterio, pero según su inventor se sirve de cualquier líquido (incluida la orina) para generar una carga en menos de 10 segundos. También dice que la capacidad de almacenamiento es el doble que el de las células de combustible con agua japonesas, aunque sólo consigue la mitad de energía que una pila tradicional. Eso sí, una unidad completamente biodegradable costará entre 3 y 6 céntimos de dólar. Bastante prometedor, aunque a ver quién es el listo que acierta a mear justo en la entrada del depósito de la pila… [Clean Technica]
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