Para un robot el equivalente de las necesidades físicas sería… comer comida de robot. Vamos, tener a mano pilas o un enchufe. A continuación buscaría seguridad, algo que proporcionaría una actualización del programa antivirus. Llegamos al estadio de las posesiones materiales. Para ello nada mejor que se un robot de los que aspiran la suciedad en el salón. La tierra para el que la trabaja.
De momento los robots más avanzados que podemos encontrar en un hogar serían estos, los que se mueven libremente por casa, trazando su propio rumbo para servir fielmente a su propósito de limpieza. Pero es a a partir de este nivel cuando nos encontramos con los verdaderos problemas. Porque según la Pirámide de Maslow hemos llegado al momento de cubrir las necesidades de autorreconocimiento, confianza, respeto y éxito. Esto acarrearía la toma de conciencia de la propia existencia por parte del robot. ¿Alguien dijo Ciberdyne al fondo de la sala?
A partir de ese momento la cosa podría complicarse más de la cuenta, porque la cima de la Pirámide la constituye la creatividad, la espontaneidad, la falta de prejuicios y la resolución de problemas. En conclusión, que más vale que
John Connor esté ya entre nosotros cuando llegue ese día. ─Antonio Rentero [
BotJunkie]