Uno de los grandes fallos de esta tablet genial es su falta de ranura microSD, algo que, aunque se puede solventar gracias a su microUSB host, la verdad es que empaña a un dispositivo que está revolucionando el mercado de las tablets de “gama baja”.
Google aprovecha esa falta para incrustarnos 50 € más por algo que le cuesta menos de un 15% de esa cantidad, pudiendo obtener jugosos beneficios de una manera simple, por lo que una versión de 32GB que, siguiendo los designios de la mayoría de fabricantes probablemente suponga otros 50€ más, resulta muy atractiva para ellos.
300 € por una Nexus 7 ya no parece tan buena idea, pero si a otras le da resultado inflar precios con algo que apenas supone variaciones en la fabricación y con tan poco esfuerzo, tristemente es muy probable que también hagan lo mismo.
¿Qué opináis? ¿Os merece la pena esperar un poco a ver si aparece la Nexus 7 de 32 GB o incluso con 3G o y está bien de que nos chuleen y con una de 8 GB y un pendrive eres el más feliz del mundo? [Techradar]
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