Ponemos las zarpas sobre el Galaxy S III

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Lo primero que llama la atención del Galaxy S III son los dos colores en los que está disponible. Como el dispositivo de Samsung está totalmente orientado “hacia la naturaleza” no tenemos un simple modelo blanco y otro negro, sino un tono marfil y otro roca. Las formas redondeadas, los fondos y animaciones de pantalla y hasta los tonos que vienen incorporados en el S III refuerzan esta vertiente naturalista (que no naturista) y le dan un toque chill out al aparatejo. Es curioso que pese a intentar plasmar una apariencia más natural, Samsung haya decidido seguir apostando por el plástico (policarbonato) para sus carcasas, pero así se ha podido reducir el peso y el grosor del teléfono al máximo.

Pese a que el S III tiene un 22% más de pantalla que su predecesor (son 4,8 pulgadas de diagonal frente a las 4,3 pulgadas del S II) las dimensiones del teléfono solo son un 10% mayores. Esto es así porque Samsung se lo ha currado y ha reducido al máximo los bordes. El teléfono tampoco ha ganado demasiado de peso con esta actualización y su 133 gramos son fácilmente manejables. Para realizar algunas operaciones sí que es cierto que por su anchura resulta algo complicado hacerlo con una sola mano.

El diseño también se ha cuidado en los botones físicos del S III. Este smartphone hecho casi todo pantalla, cuenta con un botón central bastante visible, pero dos laterales práctiacamente imperceptibles e identificables mediante un LED. Igualmente, también existe un LED en la parte superior derecha que avisa de las notificaciones.

Otra de las fortalezas del terminal es su cámara de 8 megapíxeles. De acuerdo en que si compites con tus amigos fans de Nokia para ver quién la tiene más larga (la cámara), ganará de calle tu colega el del Pure View 808, pero ¿quién quiere un sensor de 41 megapíxeles si no va a poder usarlo para compartir esas enormes fotos en redes sociales? La cámara de fotos del Galaxy S III puede presumir de otras cosas, como la posibilidad de tomar 20 capturas seguidas, 3,3 imágenes por segundo, elegirte la mejor toma cuando tiras una ráfaga según luminosidad y enfoque o tener un interesante modo HDR.

En cuanto al apartado de vídeo el teléfono bandera de la coreana es posible enfocar a diferentes puntos mientras se está grabando e incluso captar instantáneas. Una de las prestaciones más interesantes en esta área es la que Samsung ha llamado ‘Pop up Play’. Gracias a esta función podemos visualizar un vídeo en una pequeña ventana que se puede desplazar a cualquier lugar de la pantalla, mientras realizamos otras funciones. Realmente el vídeo se sigue reproduciendo según lo movemos por la pantalla sin retardo alguno, gracias al potente procesador de cuatro núcleos Exynos. La galería de vídeos se beneficia de esta potencia y nos da la oportunidad de visualizaciones rápidas, según pasamos por encima de cada clip. Pop Up Play, no obstante, va a detener el vídeo en miniatura si usamos otras fuentes de vídeo como YouTube, dando prioridad a esta última.

Hemos probado a usar Pop Up Play mientras disfrutábamos de un juego y en principio ambas acciones (incluyendo audio y vídeo) se reproducen a la vez. No nos queda muy claro, si esto se ha hecho de manera fortuita, pero puede resultar muy útil si, por ejemplo, queremos consultar un manual en vídeo de algún título que se nos resista mientras echamos alguna partidita. En cualquier caso, tenéis tiempo para probar y probar, porque la batería del S III de 2.100 mAh aguanta hasta 8 horas de vídeo seguidas.

El rollito antropocéntrico de este Galaxy tiene su máximo exponente en las múltiples opciones para compartir. Con S Beam, bastará con arrimar cebolleta entre dos Galaxy S III (y entre los dispositivos de Samsung que incorporen esta tecnología en el futuro) para pasar fotos, vídeo o datos de uno a otro smartphone. También tenemos All Share Play, para compartir contenidos entre terminales que se encuentren bajo el paraguas de la misma red WiFi mediante Sugar Sync y Dropbox, y All Share Cast, que nos dejará exportar vídeos o juegos a cualquier televisor con HDMI e incluso usar el teléfono como controlador.

Este pepino de teléfono es más listo que el demonio. Nos ha sorprendido con Buddy Photo Share y Social Tag, que permiten reconoce automáticamente a tus amigos una vez después de haberles tomado una foto, etiquetándoles automáticamente en las siguientes. Cuando escribes un SMS, ojeas la agenda o chateas con alguien puedes llamarles simpelmente con el gesto de llevarte el teléfono a la cara, gracias a la función de Direct Call. Y por último, no podemos olvidar Smart Stay, una herramienta que deja la pantalla encendida si observa que tu mirada está posada sobre el teléfono. Muy cómodo, para no tener que desbloquear la pantalla cada dos por tres.

El Galaxy S III incorpora algunas de las ventajas de Android 4.0 y tiene algunas mejorías gracias a la interfaz TouchWiz Nature UX. Con ella podemos hacer cosas como actualizar algunas aplicaciones con tan solo menear el smartphone, arrastrar los iconos de la pantalla principal para abrirlos o abrir la función de cámara solo tocando el centro de la pantalla y girando entonces el teléfono. Especialmente chula es el gesto para ‘explorar’ una foto, dejando un dedo pulsando la pantalla y moviendo el Galaxy para movernos a un lado y otro de la imagen.

Para concluir, no podemos dejar de mencionar la tecnología de reconocimiento de voz del S III, S Voice. Entre sus posibilidades están la de usar el reproductor musical o la cámara mediante comandos de voz. Siri ha puesto el listó bastante alto, así que habrá que ver cómo se va adaptando y aprendiendo este mayordomo virtual para saber si consigue hacerle sombra al respondón del iPhone 4S.

Vosotros, mortales, tendréis que esperar hasta el próximo 29 de mayo para poder echar el lazo al Galaxy S III. El lanzamiento en España coincide con el mundial. Aquí estará disponible con todas las operadores y también libre, rondando unos machacantes 700 euros. Eso sí, la versión ibérica estará limitada a 16GB de almacenamiento interno.

En un par de meses también comenzarán a circular accesorios exclusivos para el Galaxy III, como un lápiz capacitivo que dará al teléfono algunas funciones muy parecidas al Note (aunque no tan completas), un adaptador de USB a HDMi y un par de docks. El más completo activa algunas prestaciones multimedia y ejerce como cargador, así como de altavoz.

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