En 2011, Twitter compró TweetDeck. La aplicación era en su momento el cliente de Twitter más popular y la red de microblogging se vio un poco obligada a la compra: la startup estaba a punto de ser adquirida por otra compañía, UberMedia, y en Twitter no gustaba que todos los datos y cuota de mercado de su servicio se fuesen a esa nueva casa. Hicieron una oferta más alta (40 millones de dólares), se quedaron con TweetDeck y se olvidaron de ella.
No es que cerraran la app, simplemente no la actualizaron. No obstante, seis años después de la compra, TweetDeck sigue teniendo una base de usuarios bastante importante y muy fiel, lo que parece que ha hecho que en Twitter se hayan acordado de que el cliente es de su propiedad. ¿Y si le sacásemos de pronto rendimiento económico?, parecen haberse preguntado. ¿Y si mejorásemos la app y la hiciésemos de pago?
La noticia saltó esta semana porque Twitter empezó a enviar encuestas a los usuarios de TweetDeck preguntando qué mejoras les gustaría ver: ¿una herramienta de analytics muy potente? ¿alertas de noticias personalizadas y resumidas? ¿herramientas para saber qué es tendencia? ¿servicios avanzados de publicación como programación, colaboración o borradores? Y, lo importante, ¿cuánto estaría dispuestos a pagar?
Desde Twitter ya han dicho que no hay que sacar conclusiones tan rápidas, que realizan este tipo de encuestas con frecuencia para conseguir «feedback sobre la experiencia de la gente en Twitter» y para tomar decisiones de inversión más acertadas. Pero que sí, están «explorando varias formas en las que hacer que TweetDeck tenga más valor para los profesionales».
Las razones por las que Twitter puede estar planteándose esta nueva opción premium no son difíciles de ver: la red social está desesperada por aumentar sus vías de ingresos. Con una base de usuarios estancada y unos ingresos por publicidad que se reducen en vez de aumentar, Twitter necesita encontrar una nueva vía que ayude a mantener sus cuentas en positivo.
Por supuesto, no han faltado las críticas al supuesto plan de hacer que TweetDeck sea de pago. Por lo que se desprende de las preguntas de las encuestas, la nueva herramienta sería realmente atractiva para profesionales del sector (no así para el usuario medio, pero no parece que sea a quien tiene Twitter en mente), mucho mejor que lo que ofrece en la actualidad Twitter en su propia plataforma a los clientes business. ¿Cuál es la idea? ¿Mantener ambos servicios, haciendo simplemente que uno sea mejor y más caro que el otro?
Hay quien cree que este podría ser el primer peligroso paso hacia un Twitter a dos velocidades. En una herramienta que siempre ha sido tan conocida por su poder democratizador —aunque ya tiene un algoritmo que hace que no todos los usuarios seamos tan iguales—, con un papel fundamental en algunos acontecimientos clave de la historia reciente (como la Primavera Árabe), este mayor interés en aumentar vías de ingresos ofreciendo un producto mejor es para muchos preocupante.
En Twitter, claro, pensarán que es eso o desaparecer. En unos meses, cuando veamos si TweetDeck se actualiza de verdad o no, tendremos una respuesta más clara.
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