Puede haber agua en el subsuelo de Marte
Su nombre es Spirit, y es uno de los dos vehículos cuyas misiones oficiales finalizaron en 2004. Lo que ocurre es que, aunque hayan terminado con su programa original, cuando una máquina así sigue funcionando se le sigue dando uso, lo que se llaman “misiones bonus“. Fue así como antes de su accidente siguió trabajando, y tras dos años, en 2006, se le paró una rueda (se hacía viejo).
El pobre Spirit siguió a lo suyo con una rueda menos, porque le quedaban unas cuantas aún. Pero en 2009 fue cuando quedó atascado en la citada arena. Siguió intentando salir, una y otra vez, hasta que meses más tarde se le rompió otra rueda. Decididamente ya no podría moverse más.
¡Pero no estaba todo perdido! “Mientras hay vida hay esperanza”, y en el caso del Mars Rover, “mientras hay luz hay esperanza”, porque aunque sea incapaz de salir de allí, el Spirit ha seguido recopilando datos como si de una sonda estacionaria se tratase, gracias a la energía que sigue recogiendo con sus paneles solares.
Tullido, pero trabajando.
Resulta que cuando uno deja de poder desplazarse empieza a encontrar mucho más interesante todo lo que tiene a su inmediato alcance (más que nada para hacer algo), de modo que los científicos se centraron en inspeccionar en profundidad el suelo situado inmediatamente alrededor del Spirit.
Estas pruebas han encontrado que la tierra situada más cerca de la superficie posee más materiales insolubles que las capas más profundas, que poseen más materiales solubles.
Esto ha llevado a los científicos a realizar la hipótesis de que el agua, quizá congelada o en forma de nieve, ha estado filtrándose hacia abajo, repetida y recientemente, pudiendo encontrarse en el subsuelo. Una hipótesis que ya se había planteado alguna vez, como que en Marte alguna vez existió agua en el pasado, pero una prueba que apoye su existencia es esperanzadora.
Ahora, el Spirit ha entrado en hibernación para soportar el invierno marciano, pues con poca luz no tiene energía. En marzo, tan pronto como el sol vuelva a ser suficiente, volverá a despertar, desplegará sus paneles solares y seguirá recogiendo datos en su sitio de siempre. — Javier G. Pereda [NASA]