Sage acaba de publica su estudio anual Small business, great opportunities, que arroja algunas conclusiones interesantes respecto a las perspectivas económicas de las pymes a medio plazo.
Para la elaboración de su informe la compañía de software, en colaboración con Strand Partners, realizó una encuesta online a casi 12.000 líderes empresariales de pymes durante el mes de febrero de Alemania, Canadá, España, EE.UU, Francia, Irlanda, Portugal, Reino Unido y Sudáfrica generalmente de compañías con menos de 250 empleados.
Una de las principales conclusiones es que las pequeñas y medianas empresas españolas son notablemente más optimistas sobre sus perspectivas de éxito respecto a lo expresado el año anterior.
España se sitúa entre los países con la tasa de confianza más alta, con más de un tercio (39%) de las pymes afirmando que se sienten ‘muy seguras’ del éxito de su negocio durante 2023, frente al 34% a nivel mundial.
Se trataría de un giro de 180 grados respecto a los resultados del estudio de 2022, dado que entonces los empresarios españoles se mostraban como los más pesimistas.
Más de una quinta parte (23%) espera una disminución en sus costes, mientras que el 43% de las pymes españolas augura un aumento en sus ingresos, y cerca de la mitad (42%) prevé aumentar su plantilla.
El 26% de las empresas españolas encuestadas señalan el aumento de costes y los problemas de liquidez como los principales factores que han impactado de forma negativa en su negocio en el último año.
De hecho, más del 70% de las organizaciones de nuestro país vieron como sus costes aumentaron en 2022. Un problema que sufren más las pymes españolas y portuguesas que sus homologas europeas, y que también genera más inquietud. El número de responsables de pymes que declara estar significativamente preocupados por el aumento de los costes de cara al próximo año casi dobla a los resultados globales, un 15% en el caso de España frente al 8% global.
A pesar de ello, las pequeñas y medianas empresas españolas afrontan con optimismo el próximo año y se muestran resilientes frente a la adversidad, gracias a adoptar medidas como la reducción de costes (31%), mejorar la productividad (26%), y añadir nuevos productos y servicios a su oferta (23%).
Otro aspecto clave para que las pymes se adapten y mejoren su productividad es el uso de tecnología, algo que tienen claro las compañías españolas, ya que más de la mitad (55%) tiene previsto aumentar su inversión en tecnología en 2023.
De cara a los próximos tres años, las pymes españolas prevén desplegar tecnologías emergentes como 5G (29%), Inteligencia Artificial (21%) y Blockchain (18%). A pesar de esto, las organizaciones de nuestro país también identifican la falta de presupuesto y la falta de conocimientos para identificar las mejores opciones como algunas de las barreras para invertir en tecnología.
A pesar de las dificultades que afrontan, las pequeñas y medianas empresas en España se sitúan a la cabeza en optimismo y confianza, ya que alcanzan el mayor porcentaje de entre todos los países encuestados en cuando a sus objetivos de crecimiento.
Un 59% de las pymes españolas aspiran a aumentar sus ingresos entre un 10 y un 40% en los próximos 10 años, frente al 48% a nivel mundial. Sin embargo, solo un 17% aseguran contar con un plan formal de crecimiento que se analiza y actualiza periódicamente, ya sea mensual o trimestralmente, frente al 49% que cuenta con planes informales o directamente no tiene planes de crecimiento.
Otro aspecto diferenciador del optimismo de las pymes españolas es que se posicionan como las más satisfechas a nivel mundial en relación a su tasa de productividad, con un 39% muy satisfechas, en comparación al 28% global.
De hecho, el 33% afirman que aumentar la productividad y trabajar de forma más eficiente contribuye a aumentar la confianza en el éxito de su empresa. Las españolas son también las más satisfechas de todo el mundo con su capacidad para realizar y recibir pagos de clientes y proveedores, con un 36% de satisfacción frente al 30% global y superan la media en aspectos como su capacidad para trabajar con proveedores, entender a sus clientes, gestionar costes o crear su imagen de marca y reputación.
“La última edición de nuestro estudio refleja el carácter español y ese “Spain is different”. Es cierto que somos diferentes y que, frente a las dificultades no nos rendimos, apostamos por la resiliencia y hacemos lo necesario para seguir adelante. Pero no hay que confundir el optimismo y la confianza con ser invencibles”, comenta José Luis Martín Zabala, director general de Sage en España y Portugal.
“En Europa también se han sufrido los retos económicos del último año: como una inflación elevada, la crisis energética y las consecuencias de la invasión rusa de Ucrania. El hecho de que las pymes de los principales países de la UE, como las españolas, sean cada vez más optimistas sobre sus perspectivas demuestra que son tan resistentes como siempre”, subraya Derk Bleeker, presidente de Sage en EMEA.
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