Que la experiencia de Facebook en bolsa no está siendo precisamente un camino de rosas está claro con tan solo echar un vistazo a la evolución del precio de sus acciones desde el 17 de mayo. Salieron a 38 dólares, esta semana tocaron los 17,55. La ira entre los inversores es palpable, pero hasta esta semana no se había lanzado el debate acerca de quién tiene la culpa de todo esto. Esta semana un periodista de The New York Times, Andrew Ross Sorkin, le ponía nombre y apellidos: David Ebersman, CFO de Facebook.
¿Qué errores ha cometido Ebersman para que se le pueda culpar a él? Según Sorkin, él es el último responsable de dos malas decisiones que marcaron la trayectoria de Facebook desde su OPV: el precio de salida de las acciones a 38 dólares, y decidir poco antes de la OPV poner a la venta muchas más acciones de las previstas en un principio. Sorkin, de hecho, se pregunta por qué Ebersman, cuya labor era asegurarle a Facebook una salida a bolsa de éxito, todavía no ha sido despedido.
El artículo ha levantado mucha polémica y ha provocado que otros se lancen a analizar quién tiene la culpa de todo. Y, por supuesto, a Ebersman le han salido defensores. Una de las teorías más fuertes es la de que la OPV de Facebook no debe considerarse un fracaso. Al fin y al cabo, la firma logró recaudar 10.000 millones de dólares en su salida a bolsa, algo que permitirá a Zuckerberg poder concentrarse en lo que le gusta: el desarrollo de nuevos productos.
Culpa compartida
Los que sí opinan que lo de Facebook en bolsa está siendo un desastre pero no quieren culpar únicamente a su CFO, han aprovechado esta semana para apuntar a otros responsables. Uno de los argumentos más repetidos es el de que la mayor culpa la tienen todos los inversores, los brokers y las agencias de inversión que contribuyeron a crear el hype alrededor de la OPV de Facebook.
De hecho, el mismo Mark Zuckerberg advirtió unos días antes de la salida a bolsa de las dificultades que tenía la compañía para monetizar la publicidad y se dirigía a los inversores dejándoles claro que su objetivo era el producto y no las fluctuaciones de la bolsa. Los inversores ignoraron las advertencias.
La culpa de Nasdaq también fue muy comentada en los primeros días, ya que utilizaron un sistema nuevo que no funcionó para una OPV tan importante como la de Facebook, creando un estado de caos inicial que contribuyó a las primeras caídas y a que muchos inversores sufrieran importantes pérdidas.
Y, por último, no son pocos los que no dudan en apuntar hacia Mark Zuckerberg como el último responsable. Al fin y al cabo, él es el CEO de la compañía y por él pasan todas las decisiones importantes que se toman. Por mucho que las finanzas no estén en la parte alta de su lista de prioridades.
¿Habrá al final despidos? ¿Alguna cabeza de turco? ¿O en Facebook son de los que opinan que esos 10.000 millones de dólares no pueden considerarse un fracaso?
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