La Oficina de investigación Naval estadounidense acaba de elaborar un informe que pone en evidencia que los robots de combate entrenados del siglo XXI necesitarán “un código de guerra”. El aumento de la dependencia del ejército americano de estas máquinas de matar ha hecho que comiencen a reflexionar sobre cuestiones sobre cómo proteger a los robots de ataques de malware, quién tendría la culpa si un robot “enloquece” y mata a civiles o si deberían contar con “un interruptor se suicidio” para casos extremos, lo que va contra su propia existencia. A los aficionados a las novelas de Asimov probablemente estas preguntas no les sonarán desconocidas. La cuestión que se plantea es instruir a las máquinas mediante una combinación de normas y un período de aprendizaje, para que desarrollen cierta ética en el campo de batalla. Dejar salir la sangre antes de entrar, las mujeres y los niños mueren primero, ese tipo de cosas… —Alberto Payo [Geekologie]
Los usuarios denunciaban que la compañía los había rastreado incluso cuando usaban el modo privado…
El Instituto Valenciano de Competitividad Empresarial financiará aquellas iniciativas que puedan solucionar incertidumbres científicas o…
Solo en el cuarto trimestre las empresas emergentes del país han levantado 1.500 millones de…
La región tiene 13 scaleups y destaca por sus empresas emergentes de salud y agrotech.
Valencia ha atraído en el primer semestre del año 30 millones de euros de inversión…
El diario estadounidense demanda a las dos compañías tecnológicas por haber usado sus contenidos para…