¿Quieres vivir en una casa de muñecas?
En medio de Canadá está Saskatchewan, donde la vida transcurría tranquila hasta que a la artista Heather Benning se le ocurió coger una tipica casia de piedra, meterle mano a la fachada trasera y sustitir sus paredes por plexiglas. Si es que al final por H o por B se acaba saneado, como decía Husillos en “El milago de P.Tinto”. Y ahora la casa tiene pinta… de casita de muñecas.
La casa pertenecía a su familia pero llevaba años abandonada y a Benning se le encendió la bombillica artística. La pintó con colores que recuerdan a los de las casas de muñecas y la decoró con mobiliario de os años 60, para darle un toque aún más pintoresco. La casa permanece deshabitada pues es una obra de arte, y no un vulgar domicilio, aunque los habitantes podrán solventar la falta de intimidad con el consuelo de que la zona no es precisamente la más habitada de Canadá. ─Antonio Rentero [Mocoloco]