Recarga por fin tu móvil gritándole
El secreto está en unas pequeñas hebras de óxido de cinc entre dos electrodos, de manera que gracias a un panel que absorbe el sonido, las ondas del mismo comprimen y liberan las hebras generando con ese movimiento una corriente eléctrica.
El proyecto se está llevando a cabo en la Universidad Sungkyunkwan de Seúl por el Dr Sang-Woo Kim y su equipo y según parece no sólo podría usarse para pequeños dispositivos sino que también podrían instalarse en los edificios junto a las carreteras para que el sonido de los vehículos proporcione electricidad.
Si España ya es líder en energía solar, sólo basta con salir a la calle o pasar cerca de un botellón para darse cuenta de las enormes posibilidades de esta tecnología en nuestro país.
Por fin el griterío que causa vergüenza ajena será bien visto por su valor como energía alternativa y sobre todo renovable a base de fiestas y verbenas. Gritemos todos juntos por el planeta… ¡GAAAAÑÁAAAAAAAAAAAAAAAAAN!— Dani Burón [IT Times]