Y es que no es lo mismo montarte, donde no viene mal poder tocar con los pies el suelo, que estar subido y en movimiento. Es más, dependiendo del terreno, lo cansado que estés o el tipo de músculos que quieras usar, el hecho de poder cambiar la altura del sillín es una gran ventaja.
Utiliza un sistema neumático, que permite no sólo cambiar la altura entre sus dos extremos, sino hacerlo también en puntos intermedios con total precisión, de manera que regulas mientras estás montado sabiendo perfectamente lo que quieres, y no a lo “acierto-error”.
Es obra de Bill Becker, un jubilado estadounidense que trabajaba en una línea de montaje para coches, y aunque el sistema beneficia a todo el mundo, su principal clientela es la gente mayor y con algún tipo de problema que les dificulte subirse con normalidad.
Estará disponible a partir del 10 de abril en EEUU. No se sabe si llegará al resto del mundo ni a que precio, pero con la crisis y bajada de ventas de coches, lo mismo lo consiguen importar los canis y lo usan para tunear bicis, junto con luces de torre de ordenador y estampitas de Camarón y una virgen. [Core77]
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