El renacer de los gadgets míticos
La tecnología se basa en la innovación pero no es inmune a la nostalgia. El regreso de gadgets como la NES Classic o el Nokia 3310 así lo atestigua.
Decía el poeta Jorge Manrique que cualquier tiempo pasado fue mejor. Se comparta o no esa idea, lo cierto es que la nostalgia forma parte de nosotros. A medida que cumplimos años, recordamos y añoramos los objetos que poblaban nuestra infancia, desde automóviles a botellas de refresco.
Paradójicamente, esa nostalgia también está presente en un universo a priori basado en la innovación y el progreso como es el de la tecnología. Un fenómeno, el de la nostalgia tecnológica, que venía observándose desde hace años en las ferias de retroinformática, donde un Sinclair ZX80 puede costar unos 150 euros.
Así las cosas, a algunos emprendedores avispados se les ocurrió la idea de reeditar antiguos dispositivos tecnológicos para competir con el pujante mercado de segunda mano. Un gadget casi idéntico en su aspecto al original, convenientemente modernizado en algunos casos, con embalaje original y garantía, supone una alternativa sugerente para los fans de los ordenadores, videoconsolas y teléfonos de los años 80 y 90.
Uno de los primeros ejemplos de este revival tecnológico fue el Sinclair Spectrum Vega, desarrollado por la firma británica Retro Computers tras una exitosa campaña de crowdfunding en IndieGogo. Esta versión remodelada del ZX Spectrum que permite jugar a los títulos originales se anunció en abril de 2015 y cuesta 140 euros.
Desde entonces, la tecnostalgia parece vivir un boom comercial. ¿Qué fundamenta ese mercado de dispositivos nuevos-viejos? No son las especificaciones, desde luego -sin ir más lejos, el citado ZX Spectrum tiene una memoria 40.000 veces menor que la de un PC actual-. Tampoco la utilidad en la mayoría de los casos. Se trata más bien de los recuerdos y los sentimientos asociados. La consola con la que nos echamos nuestras primeras partidas, el ordenador con el que descubrimos la informática, aquel móvil mazacote que usábamos como herramienta de ligue gracias a los SMS…
En el caso de los ordenadores, el aprovechamiento comercial de la nostalgia tecnológica no ha ido mucho más allá del relanzamiento del Spectrum, que no ha funcionado tan bien como se preveía, y de un diseño retro en algunos PC. Este revival de marcas y productos tecnológicos míticos está más presente en el campo de las videoconsolas y, sobre todo, de los teléfonos móviles. Como veremos, el patrimonio intangible que implica haber sido pioneros en su momento está suponiendo un valor de gran utilidad para compañías que habían quedado rezagadas en el vertiginoso avance tecnológico de los últimos años.
Nokia y los teléfonos móviles
En el mercado de los teléfonos móviles, los smartphones dominan las ventas y, entre ellos, Samsung, Apple y Huawei son las marcas que controlan el mercado a día de hoy. Pero hubo un tiempo no tan lejano en que los móviles sólo servían para llamar, enviar y recibir mensajes y, como mucho, jugar a un juego básico y usarlos como despertador.
En ese tiempo, hace dos décadas escasas, Apple era sólo una marca de ordenadores, Samsung de televisores y Huawei solamente era conocida por los profesionales de las telecomunicaciones. Eran Nokia y Motorola las que lideraban el mercado móvil, con modelos tan populares como el 1100, el 3310 o el 8210 de los finlandeses y el StarTAC, el V3 o el V50 de los estadounidenses.
No es de extrañar, por tanto, que la nostalgia por la primera época de los teléfonos móviles vaya asociada al recuerdo de los modelos de ambas marcas (con cierta presencia de Alcatel y Ericsson, no lo vamos a negar). Actualmente, los gadgets más valorados en el mercado de segunda mano son los de la primera generación de móviles de Motorola y Nokia, que alcanzan cifras de casi 1.200 euros.
Cuando Nokia Technologies decidió el pasado mes de mayo el regreso de su marca al mercado de los teléfonos móviles y tabletas de la mano del fabricante finlandés HMD Global, confiaba en que su marca aún conservara cierto tirón después de los turbulentos tiempos de la venta a Microsoft, el lanzamiento y la caída de la marca Lumia.
Un renacimiento de la marca Nokia que se materializó primero en el lanzamiento del móvil con funciones Nokia 150 y en la gama de smartphones Android 3, 5 y 6, pero que alcanzó su cenit mediático con la noticia del regreso del Nokia 3310 en el MWC.
Desde HMD, que se define a sí misma como “el hogar de los teléfonos Nokia”, explican así los motivos para reeditar uno de los teléfonos Nokia más emblemáticos de todos los tiempos: “Al relanzarlo queremos mostrar que podemos combinar lo mejor del legado de Nokia con un diseño moderno e innovación. Queríamos recompensar a los seguidores más fieles de Nokia y hacer una declaración de que el valioso patrimonio de Nokia, la innovación y el diseño moderno pueden ir de la mano”.
Para lograrlo, han seguido una estrategia de marketing que varía dependiendo de cada mercado. “Para algunos consumidores, el Nokia 3310 será su teléfono de cabecera, para otros será un excelente dispositivo complementario, tanto si busca desintoxicarse digitalmente o si se quiere tener una copia de seguridad de emergencia”, apuntan desde HMD. La compañía también destaca la “impresionante” reacción de los consumidores desde el lanzamiento tanto del Nokia 3310 como de todos los nuevos smartphones con la marca Nokia.
El caso de BlackBerry
Nokia no fue la única en ceder su marca a un tercer fabricante para que desarrollara y produjera teléfonos móviles con ella. A finales del año pasado, la compañía canadiense BlackBerry firmó un acuerdo con el fabricante de hardware chino TCL –propietario de las marcas Alcatel Mobile y Thomson- y el indio Optiemus para construir y distribuir en todo el mundo dispositivos con la marca BlackBerry.
En los últimos tres años, la empresa norteamericana ha cambiado su estrategia, abandonando los smartphones para convertirse en una compañía centrada en seguridad móvil, gestión de movilidad empresarial, software, coches conectados e Internet de las Cosas. En palabras de su portavoz Kim Van Bokhoven, “BlackBerry podría ser un líder de nuevo, pero en seguridad”.
¿Qué papel juegan en este nuevo contexto los teléfonos móviles? BlackBerry Limited no ha lanzado ni relanzado ningún smartphone; son sus socios quienes se encargan de su diseño y fabricación. Tras detener el desarrollo interno de dispositivos BlackBerry, la empresa ha adoptado una estrategia de licencias en la que sus socios, como TCL en Europa, son autorizados a usar la marca y los activos de BlackBerry en el ámbito de los smartphones.
Estas terceras empresas se encargan de diseñar, desarrollar, fabricar y vender dispositivos con la marca BlackBerry, mientras que la compañía canadiense desarrolla y aporta el software BlackBerry Secure Android que ejecutan esos dispositivos.
Van Bokhoven explica que esa estrategia de licencias “asegura que los smartphones BlackBerry continúen estando disponibles, manteniendo una parte esencial de la historia de nuestra compañía y, al mismo tiempo, permitiendo que nuestra estrategia de software se desarrolle completamente, posicionando a la compañía para un crecimiento continuo”.
Prueba de que la marca BlackBerry sigue teniendo valor en el mercado de los teléfonos inteligentes es el nuevo dispositivo presentado en el último MWC. La BlackBerry KEYOne, un modelo con teclado físico, pantalla de 4,6 pulgadas y Android 7.0 y software de seguridad extra, está fabricada por TCL y es la primera muestra de la nueva estrategia de BlackBerry para conservar su presencia en el mercado móvil a la par que se dedica a los más productivos software y servicios.
Las consolas de videojuegos: Nintendo y Sega
Si la tecnostalgia parece funcionar en los móviles, lo mismo puede decirse de las consolas de videojuegos. El verano pasado, los dos grandes fabricantes de videoconsolas de los 80, Nintendo y Sega, anunciaban el lanzamiento de sendas consolas retro. Consolas, a diferencia de la PS4 edición 20 aniversario de Sony, que van más allá de la recuperación del diseño y los colores clásicos.
En el caso de Sega, la compañía japonesa ha aprovechado la celebración del 25º aniversario de su popular título Sonic para relanzar la marca Mega Drive con la venta de dos nuevas consolas. La primera, un dispositivo de sobremesa para dos jugadores, compatible con los cartuchos originales de Mega Drive y que se vende con dos mandos inalámbricos y conexión al televisor. La segunda es una consola portátil de 3,2 pulgadas, con batería recargable y cargador USB.
Ambos gadgets, fabricados por la firma china At Games, cuestan en torno a los 70 euros y vienen con 80 juegos incorporados, incluyendo clásicos de Sega como Sonic, Mortal Kombat, Golden Axe y Comix Zone.
Por su parte, Nintendo, inmersa en su batalla contra los nuevos gigantes de las consolas Sony y Microsoft, decidió lanzar al mercado una versión reducida y actualizada de su mítica videoconsola NES. La NES Classic Mini se puso a la venta en noviembre de 2016 a un precio de 60 euros, que incluye un mando, cable HDMI para conectarla a un televisor y 30 juegos clásicos precargados: Super Mario Bros, Zelda, Donkey Kong…
Shigeru Miyamoto, diseñador de videojuegos y consejero creativo de Nintendo, explicó al hilo del lanzamiento de la nueva NES que “para Nintendo es muy importante atraer a nuevos consumidores, pero también queremos reenganchar a aquellas personas que dejaron de jugar a los videojuegos. Nos hemos dado cuenta de que NES Mini ha servido no sólo para reenganchar a los nostálgicos de los videojuegos, sino también para superar brechas generacionales, de forma que padres e hijos puedan jugar juntos”.
Desde su salida al mercado, la consola ha tenido una altísima demanda a nivel mundial, y España no ha sido una excepción. Tatsumi Kimishima, presidente de Nintendo, ha confirmado recientemente que la NES Classic Mini ha vendido más de 1,5 millones de unidades en todo el mundo.